Las bajas temperaturas llevaron al sistema energético al límite, con consumos récord de electricidad y gas. Las distribuidoras realizaron cortes programados y restringieron el suministro de GNC e industrias para priorizar a los hogares y evitar un colapso.
La histórica ola polar que atraviesa la Argentina puso al límite al sistema energético al dispararse el uso de electricidad y gas natural, lo que generó apagones en distintos puntos de la provincia de Buenos Aires y obligó a interrumpir el suministro de GNC e industrias con contratos interrumpibles para priorizar a los usuarios residenciales.
El impacto de la demanda fue evidente durante el fin de semana, cuando el sistema eléctrico nacional alcanzó marcas inéditas para un domingo de invierno. Según informó Cammesa, el 29 de junio se registraron 24.765 megavatios de potencia a las 21:07, junto con un consumo diario de 466 gigavatios hora. El récord para un día invernal, sin embargo, se habría superado el lunes 30 de junio, en lo que fue la jornada más fría del año, con una demanda que rozó los 26.700 megavatios.
La noche del 30 de junio, más de 100.000 usuarios del Área Metropolitana de Buenos Aires sufrieron cortes de luz debido a problemas en la generación de energía, según informó Edesur. Las interrupciones afectaron tanto a la Ciudad como al conurbano, en barrios como Villa Devoto, Villa Luro, Almirante Brown, Avellaneda y Lomas de Zamora, y fueron ejecutadas de manera preventiva para evitar un colapso mayor del sistema.
En paralelo, las distribuidoras de gas restringieron el suministro a consumos no prioritarios, lo que implicó el cierre de unas 200 estaciones de GNC en el AMBA y la suspensión del servicio a industrias con contratos interrumpibles. La medida buscó asegurar el abastecimiento a hogares y servicios esenciales, en un contexto de fuerte aumento en la demanda, que pasó de 82 a 91,8 millones de metros cúbicos diarios en solo cuatro días.
- CORTES DE LUZ
Más de 90.000 hogares del Área Metropolitana de Buenos Aires sufrieron cortes de luz el lunes, según el ENRE. Los usuarios afectados fueron en su mayoría de Edesur y, en menor medida, de Edenor. Las distribuidoras explicaron que los cortes fueron programados para evitar un colapso del sistema ante el consumo récord, afectando zonas del sur y oeste del conurbano y barrios porteños como Balvanera, Palermo y Villa Urquiza.