Profesionales de la salud del Hospital Garrahan denunciaron una serie de maniobras de presión por parte del Gobierno Nacional y las autoridades del centro pediátrico, destinadas a impedir una medida de fuerza prevista por médicos residentes. La advertencia fue realizada por Carolina Goedelman, jefa de clínica del área de Hematología y referente de la Asociación de Profesionales y Técnicos del hospital.
Según relató Goedelman, la ofensiva contra los residentes comenzó con un aviso informal dirigido a los jefes de servicio: se les comunicó que podrían contratar médicos pediatras para reemplazar a quienes participaran del paro. Pero la situación escaló durante la jornada, cuando los propios residentes comenzaron a recibir telegramas con amenazas explícitas de sanciones que podrían incluir despidos si persistían con la medida de fuerza.
“La intención fue clara: quebrar la protesta mediante el miedo”, afirmó la médica en diálogo con la AM 990. Además, denunció que se les comunicó verbalmente que las cartas de despido ya estaban redactadas y que serían enviadas en caso de no acatar las órdenes. Frente a este escenario, los residentes resolvieron suspender la medida.
La jefa de clínica consideró que se trató de un accionar “gravísimo” y lo calificó sin rodeos: “Una amenaza directa de despido no es otra cosa que una forma de amedrentamiento”.
Mientras tanto, la planta permanente del Garrahan mantiene una huelga hasta este viernes, en reclamo de una recomposición salarial. En el marco de la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo, Goedelman detalló que las autoridades del hospital no presentaron ninguna oferta concreta y que la reunión careció de representantes del Ministerio de Salud, el organismo empleador de los trabajadores.
“Nos atendió gente sin poder de decisión real. La reunión fue estéril. Volvimos con las manos vacías”, apuntó. La médica alertó que si no hay respuestas urgentes, es probable que se produzca una fuga de profesionales formados durante años, lo que impactaría negativamente en la atención del hospital pediátrico de referencia a nivel nacional.
En cuanto a los anuncios recientes de bonos salariales, Goedelman cuestionó que se financien con recursos propios del hospital, y no con fondos del presupuesto nacional. Además, señaló que esos bonos son no remunerativos, no cuentan para el aguinaldo ni para la jubilación, lo que profundiza la precarización del personal.
Por otra parte, criticó una propuesta del hospital de incorporar a 50 pediatras con contratos más favorables que los actuales residentes, lo que consideró un intento de desestabilizar internamente al equipo de salud. “Son medidas inconsistentes, que generan angustia y tensión”, advirtió.
La médica también lamentó la liviandad con la que algunas figuras públicas abordan el conflicto, y apuntó directamente contra la diputada de La Libertad Avanza, Lilia Lemoine, a quien definió como una representante surgida más por su actividad en redes sociales que por su compromiso con la salud pública.
“El nivel de agresividad institucional que estamos viviendo es alarmante. Lo que ocurrió con los residentes fue tristísimo: estaban quebrados, llorando, sin saber si podían seguir en sus puestos”, concluyó.