El Gobierno de Javier Milei oficializó una millonaria ampliación presupuestaria para la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), a través del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 186/2025, publicado este jueves en el Boletín Oficial.
La medida destina $7.366 millones adicionales al programa de Información e Inteligencia, de los cuales $1.625 millones (22,2%) corresponden a «gastos reservados», cuyo destino específico no se detalla por razones de seguridad nacional.
La decisión fue anunciada apenas un día después de la violenta represión policial frente al Congreso de la Nación, donde jubilados y grupos de hinchas de fútbol fueron desalojados brutalmente mientras reclamaban por un aumento en las jubilaciones.
¿Cómo se distribuirán los fondos?
Según el anexo del decreto, $6.344 millones serán destinados a «Gastos Corrientes», mientras que los $1.625 millones restantes irán a «Gastos Reservados», fondos que históricamente han sido objeto de controversia por su falta de transparencia.
Si bien estos recursos deben ser fiscalizados por la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia del Congreso, presidida actualmente por el senador Martín Lousteau, su uso real suele quedar bajo un manto de opacidad.
La ampliación presupuestaria se da en un contexto donde el Gobierno de Milei aún no cuenta con un Presupuesto 2025 aprobado, y continúa utilizando una adecuación del Presupuesto 2024, que a su vez fue una extensión del Presupuesto 2023.
Ante esta situación, la administración libertaria recurre a decretos para ajustar y reasignar partidas, como en este caso, donde los fondos provienen del Tesoro Nacional, bajo la jurisdicción directa de la Presidencia de la Nación.
El aumento en los gastos reservados generó fuertes críticas de la oposición, que denuncia un posible uso discrecional de los recursos de inteligencia en un escenario de creciente malestar social y protestas contra las políticas de ajuste del Gobierno.
La Comisión Bicameral podría solicitar informes en las próximas semanas para conocer los criterios detrás de este incremento, mientras tanto, la ciudadanía observa con inquietud este refuerzo presupuestario para los servicios de inteligencia, que llega en un momento donde el descontento social y las movilizaciones en las calles van en aumento.