
Obtuvo 158 votos a favor, 75 en contra y 5 abstenciones.
En una sesión caliente, la oposición consiguió este miércoles darle media sanción al proyecto de Financiamiento Universitario en la Cámara de Diputados.
El proyecto se impuso con 158 votos a favor: con votos de Unión por la Patria, Encuentro Federal, Democracia para Siempre, la Coalición Cívica y la salteña Pamela Caletti de Innovación Federal. Su compañera, la misionera Yamila Ruiz -que responde a Carlos Rovira- había firmado el dictamen. Sin embargo, no dio quórum en la sesión ni estuvo presente al momento de la votación.
En contra hubo 75 votos, de La Libertad Avanza, el PRO (en donde hubo abstenciones) y parte de la UCR.
Qué dice la ley y cuál sería su costo fiscal
El proyecto de financiamiento universitario obliga al Ejecutivo a actualizar los fondos de gastos de funcionamiento y los sueldos de universitarios, docentes y no docentes, tomando como referencia la inflación acumulada desde diciembre de 2023 hasta la fecha de sanción de la ley.
Deben ser incrementos remunerativos y bonificables. Además, se fija una actualización mínima trimestral para las paritarias y se determina que los salarios deberán actualizarse mensualmente, al menos en función del índice de inflación.
Por otro lado, la norma define un piso de inversión presupuestaria vinculado al Producto Bruto Interno. En este sentido, prevé un crecimiento progresivo del presupuesto universitario, que deberá alcanzar un mínimo del 1% del PBI en 2026, incrementándose gradualmente hasta llegar al 1,5% del PBI en el año 2031.
La Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) no hizo un cálculo del costo fiscal de este proyecto. Pero de acuerdo al cálculo de la oposición es de un 0,14 % del PBI ($ 1059 millones) . Mientras que para La Libertad Avanza es más de $1500 millones.
Cruces y chicanas
“Lo pedimos en el contexto de que el propio Gobierno anuncia que el PBI en el primer trimestre creció un 5,8 por ciento, un superávit primario de 6,9 billones de pesos y un superávit financiero de 0,6 billones de pesos”,planteó Danya Tavela. Y agregó: “En ese contexto de estabilidad macroeconómica, de cierto crecimiento económico que aparentemente se visibiliza en los números, ¿quién es el beneficiario? El primer beneficiario es la SIDE, para investigar pseudos opositores, políticos, sindicalistas y gente que se organiza para ir a una marcha»
«Nosotros venimos a decir las cosas como son, la universidad publica no está en peligro, lo que está en peligro son las fiestas que hacían con esos recursos. Y se terminó Piden un aumento superlativo del gasto que ataca el equilibrio fiscal, sin una fuente de financiamiento», retrucó el libertario Alvaro Martínez.
El arranque de la sesión
El quórum se consiguió rápido. Estuvieron los miembros de los bloques convocantes: Unión por la Patria; Encuentro Federal -el bloque de Miguel Angel Pichetto-; Democracia para Siempre -la bancada referenciada en Facundo Manes y Martín Lousteau-, la Coalición Cívica y la Izquierda.
Pero si bien se suponía que iba a haber fugas en el bloque de la UCR, que preside Rodrigo de Loredo, sorprendió que terminaron siendo más de los esperados. Se sentaron de arranque Karina Banfi, Martín Tetaz, Gabriela Bouwer de Koning, Roberto Sánchez, Roxana Reyes, Julio Cobos y Fabio Quetglas.
Finalmente, de los legisladores que responden a los cinco gobernadores que armaron el frente electoral propio «Provincias Unidas» solo los cordobeses de Martín Llaryora dieron quórum con asistencia perfecta: estuvieron los cinco sentados. De Innovación Federal ninguno.
En el arranque, Banfi, se levantó del temario la insistencia por la ley de emergencia de Bahía Blanca, que Javier Milei ya vetó pero el Senado logró aprobar la insistencia. Ese tema requería dos tercios y no los iban a conseguir.
La sesión empezó con un minuto de silencio por el fallecimiento de Alejandra ‘Locomotora’ Oliveras, quien había sido elegida como constituyente para la reforma de la constitución de Santa Fe.