El presidente Javier Milei eligió un espacio alineado con su fuerza política para realizar un balance de la gestión 2025 y relanzar su discurso de polarización. En el programa La Misa, del streaming libertario Carajo, el mandatario atribuyó la evolución de variables económicas y financieras al resultado electoral y sostuvo que “cuando terminaron las elecciones, el riesgo kuka se desplomó”.
La entrevista funcionó como una despedida de fin de año y giró en torno a los ejes que el Gobierno busca instalar como logros: elecciones, inflación, dólar y riesgo país. Sin embargo, el análisis presidencial estuvo atravesado por descalificaciones a la oposición y por una narrativa que presentó el proceso electoral como un punto de inflexión frente a un supuesto escenario de caos.
Milei ingresó al estudio en el barrio porteño de Palermo ovacionado por militantes identificados como “Las Fuerzas del Cielo”, una agrupación cercana a La Libertad Avanza, y defendió su programa económico asegurando que antes de las legislativas de octubre el país atravesó un período de alta incertidumbre provocado, según su visión, por sectores opositores. A ese escenario lo volvió a definir como “riesgo kuka”, un concepto sin respaldo técnico que el Presidente utiliza para explicar la suba del riesgo país.
En su exposición, el jefe de Estado insistió en que la incertidumbre política fue determinante en las expectativas de los mercados y recurrió a extensas metáforas para sostener que el temor a un cambio de rumbo económico paralizó inversiones y presionó sobre las variables financieras. Según Milei, el resultado electoral disipó ese escenario y provocó una baja automática del riesgo país.
El Presidente también volvió a reivindicar el dólar como refugio frente a la inestabilidad y describió el período previo a las elecciones como un “diluvio”, al que comparó con un “Arca de Noé” económica, una imagen que volvió a mostrar el tono grandilocuente con el que suele comunicar la política económica.
Vestido con un mameluco de YPF y con música de los Rolling Stones como presentación, Milei afirmó que la implementación de la Boleta Única fue “determinante” para el triunfo electoral y descalificó a quienes cuestionaron el programa económico, a los que acusó de falta de “honestidad intelectual”.
En cuanto a la inflación, el mandatario reiteró pronósticos optimistas y aseguró que hacia mediados de 2026 el índice comenzará a ubicarse en valores cercanos a cero. Para justificarlo, señaló al Índice de Precios Mayoristas como un anticipo de lo que, según su visión, más adelante se reflejará en el IPC, pese a que el impacto en el bolsillo de los hogares sigue siendo una de las principales preocupaciones sociales.
Finalmente, Milei destacó el respaldo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y del secretario del Tesoro, Scott Bessent, a quienes consideró claves para sostener la estabilidad previa a los comicios. Al mismo tiempo, volvió a acusar a la oposición de intentar desestabilizar el equilibrio fiscal durante gran parte del año.
La aparición presidencial, sin preguntas incómodas ni contrapuntos, volvió a exponer una estrategia comunicacional basada en la confrontación permanente y en la lectura de la economía como un campo de disputa política, en un contexto donde persisten tensiones sociales y una marcada pérdida del poder adquisitivo.
