Dos personas en situación de calle murieron por hipotermia en Mendoza, en medio de una ola polar que azota a la provincia. Los fallecimientos ocurrieron en la capital provincial y en la ciudad de San Martín, lo que encendió la alarma de organizaciones sociales y religiosas que advierten sobre la falta de respuestas efectivas por parte del Estado. La Arquidiócesis de Mendoza denunció la ausencia de políticas públicas sostenidas para atender a la población más vulnerable y pidió acciones urgentes para evitar nuevas muertes.
A través de un comunicado, la Iglesia mendocina -encabezada por el arzobispo Marcelo Colombo, también presidente de la Conferencia Episcopal Argentina- señaló que durante 2024 se habían logrado montar refugios transitorios, pero que este año muchas iniciativas no prosperaron, pese a los esfuerzos de diálogo con el Gobierno provincial, municipios, el Poder Judicial y sectores privados.
“Ya hemos despedido a dos hermanos en situación de calle como consecuencia del frío”, expresaron. Además, denunciaron que, en algunos casos, frazadas y abrigos recolectados fueron desechados junto con la basura urbana. “Las campañas se vuelven infructuosas cuando los camiones recolectores cargan lo único que nuestros hermanos tienen para pasar la noche”, señalaron con crudeza.
La Arquidiócesis subrayó la urgencia de desplegar medidas “concretas, reales, posibles y en conjunto con toda la sociedad” para evitar más muertes evitables. En ese marco, destacaron que continúan acompañando a las personas en situación de calle a través de espacios de contención que funcionan en distintos departamentos del Gran Mendoza, donde brindan comida, ropa, atención primaria de salud y apoyo para salir de las adicciones.
El pronóstico no es alentador. Este domingo 23 de junio, el Servicio Meteorológico Nacional prevé una mínima de -4 °C y máximas que apenas superarán el grado, lo que agrava aún más la situación de quienes no tienen un techo donde refugiarse.
“Estamos abiertos a retomar el diálogo y a seguir con nuestro compromiso diario en favor de quienes viven en la calle”, concluye el comunicado, que también invita a los gobiernos provincial y municipales a revisar sus políticas de asistencia. Mientras tanto, la Iglesia y organizaciones sociales siguen intentando contener, con recursos limitados, una crisis humanitaria que podría profundizarse.