
El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil dispuso este lunes la prisión domiciliaria del expresidente Jair Bolsonaro, luego de que se comprobara que violó medidas cautelares previas al difundir contenido político a través de las redes sociales de sus hijos. La decisión fue firmada por el ministro Alexandre de Moraes, quien también ordenó el allanamiento de la residencia del exmandatario en Brasilia.
Según el magistrado, Bolsonaro aprovechó los perfiles digitales de sus tres hijos parlamentarios -Flávio, Carlos y Eduardo- para emitir mensajes que incitan ataques contra el STF y promueven la intervención extranjera en el Poder Judicial del país. Aunque el expresidente no publicó directamente desde sus cuentas, Moraes consideró que generó el material y participó activamente en su difusión, lo que constituye un claro incumplimiento de la restricción impuesta.
En consecuencia, se le prohibió a Bolsonaro el uso de teléfonos móviles, incluso los de terceros, y se limitaron sus visitas a la de sus abogados.
Este nuevo revés judicial para el líder de ultraderecha se enmarca en las investigaciones por su presunto intento de deslegitimar las instituciones democráticas, tras el asalto a los tres poderes en enero de 2023, protagonizado por sus simpatizantes.