
La imagen internacional de Javier Milei no para de desgastarse. El mandatario, que en 2023 había despertado un “interés inusual” en medios extranjeros por su perfil disruptivo y sus promesas de reforma económica, enfrenta hoy una ola de críticas tras haber convertido la presentación de su libro en un espectáculo de rock que rápidamente se viralizó en redes sociales de Estados Unidos y otros países.
Una de las voces más resonantes fue la de la senadora demócrata Elizabeth Warren, quien escribió en la red X: “A esto es a lo que Donald Trump quiere darle 20 mil millones de dólares de nuestro dinero mientras destripa la asistencia sanitaria de los estadounidenses en su país”. La legisladora es una de las firmantes de la carta que busca impedir desde el Congreso estadounidense el rescate financiero prometido por Trump y el secretario del Tesoro Scott Bessent al gobierno argentino.
El escritor Don Winslow fue lapidario al compartir el video del concierto: “Donald Trump le dio 20 mil millones de dólares a este idiota”. Otros influencers y economistas, como Mike Nellys y Brad Setser, también cuestionaron que Estados Unidos respalde financieramente a un gobierno que, según señalaron, “ya despilfarró 14.000 millones de dólares del FMI” y “no exhibe políticas sólidas que justifiquen un segundo rescate”.
La prensa internacional también reflejó el giro. Medios que habían seguido con entusiasmo su llegada al poder, como The Financial Times, Bloomberg, The Wall Street Journal, The Economist y Reuters, pasaron de destacar su perfil rupturista a enfocarse en los problemas económicos, tensiones políticas y vínculos con sectores cuestionados. Otros medios críticos desde el inicio, como The New York Times y The Guardian, endurecieron su tono: “Milei desperdició reservas de divisas intentando sostener el peso”, tituló uno de sus artículos recientes.
Frases como “Milei se hace pasar por estrella de rock mientras la economía argentina se desploma” o “El presidente respaldado por Trump ofrece un concierto en medio de la crisis” se multiplicaron en portales y redes. Comparaciones con figuras polémicas del pasado, como Abdalá Bucaram en Ecuador, marcaron el tono de la cobertura.
Analistas señalan que el fenómeno Milei, que en sus primeros meses combinó rebeldía estética, discurso antisistema y promesas de reforma, perdió atractivo una vez que la experiencia de gobierno se vio atravesada por denuncias, dificultades económicas y alianzas con viejos actores políticos.
“Su fama fue, en gran medida, cultural y estética, no estrictamente política”, explicó Pablo Touzón, politólogo y director de la consultora Escenarios. Gonzalo Sarasqueta, especialista en comunicación política, sostuvo que Milei “cosió dos términos históricamente divorciados: derecha y rebeldía”. Sin embargo, subrayó que “la experiencia en el poder contrastó toda esa gramática rebelde con la realidad de la política tradicional”.
Mientras tanto, el deterioro de la economía argentina, el aumento de tensiones sociales y el desgaste internacional dibujan un escenario en el que Milei enfrenta su etapa más compleja desde que asumió la presidencia. Su recital de rock, lejos de potenciar su imagen global, parece haber funcionado como un símbolo de ese declive.