Diego Santilli activó este martes una negociación de urgencia con martín Llaryora, para evitar que el gobernador de Córdoba, acuciado por la gravísima crisis de la Caja de Jubilaciones, rompa con la Casa Rosada.
El giro de Santilli, que venía esquivando el diálogo con Córdoba, se produjo luego que los gobernadores de Provincias Unidas amenazaran con no votar el Presupuesto, como reveló LPO en exclusiva.
El ninguneo de Casa Rosada a los gobernadores de Provincias Unidas con el reparto de los ATN y los lugares en las comisiones del Congreso tuvo un fuerte correlato en las últimas horas en Córdoba, después del Zoom de los mandatarios dialoguistas. Cerca del cordobés Martín Llaryora había decilución porque Santilli,demoró el contacto después de la primera reunión hace semanas.
«El muchacho dijo que llamáramos, que íbamos a seguir conversando y no volvimos a tener noticias, hasta este martes», reconoció a LPO un funcionario del gabinete de Llaryora que está al tanto del envío de fondos a los gobernadores del norte. En efecto, este martes Santilli retomó el diálogo y llamó a Llaryora para empezara a discutir la situación de la Caja de Jubilaciones de Córdoba, entre otros temas claves.
Por eso, en la gobernación de Córdoba acordaron darle a Santilli lo que queda de la semana para ver si es posible llegar a un acuerdo. La reaparición de Santilli se produjo luego que LPO revelara que los gobernadores de Provincias Unidas, enojados por el ninguneo de la Casa Rosada, evaluaban votar contra el Presupuesto.
La tensión se da ante la injerencia en el reparto económico y político por parte de los Menem, que motivó las analogías entre Santilli y Guillermo Francos. «Está claro que Santilli no toma las decisiones. Los únicos con poder de influencia son ‘Toto’ Caputo, Santiago y Karina con los Menem», agregó un dirigente del peronismo cordobés.
La situación de Llaryora es delicada por el creciente déficit de la Caja de Jubilaciones de Córdoba que tiene a los estatales cordobeses en pie de guerra con la Provincia, minetras se demora el cumplimento de Nación de los giros que debería hacer para sostener el sistema.
Mientras en el Congreso, los libertarios buscan reunir voluntades para sacar el Presupuesto y empujar en el Senado la reforma laboral, el ninguneo a los gobernadores de Provincias Unidas se acentúa. Los Menem parecen haber elegido la alianza con los gobernadores peronistas del Norte, a quienes califican como más confiables y les resultan más baratos.
Por eso, yaamenazaron con no votar al Presupuesto, pero nadie se toma muy en serio la amenaza. «Hay que seguir conversando. Vamos a ver…», sostuvo un cordobesista acerca de si esta tensión con Santilli y la Rosada pone en riesgo los votos a la ley de leyes.
Sin embargo, acá asoma, además, otro factor y es la no asunción -hasta el momento- del exgobernador Juan Schiaretti en la Cámara baja. Como contó LPO, el ex gobernador fue sometido a una cirugía cardiovascular de la que se recupera. Sin embargo, más de un peronista de la nueva generación en Córdoba pone en duda si eso ocurrirá en lo inmediato, si será en marzo o si tal vez, directamente no ocurra. ¿Será por eso que le movieron la silla en el Banco Nación a Daniel Tillard?
Schiaretti, por su parte, observa que Provincias Unidas no termina de leudar como él quería y esto, sumado al desinterés por conducir el bloque y las discusiones de más reformas nacionales en el 2026 lo alejan del Congreso., según creen algunos en el Centro Cívico.
Esto es una parte. La otra está vinculada al resultado de derrota con el que ingresa al Congreso y a la falta de sintonía fina por estos días entre Schiaretti y su sucesor Llaryora.
La vieja guardia del cordobesismo no termina de digerir la manera en la que el actual gobernador empoderó a Miguel Siciliano como ministro y observa, incluso con mayor preocupación, los movimientos y las fricciones en el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) para encarar la sucesión del ultraschiarettista Luis Angulo en la presidencia. El hombre de Schiaretti no puede ir por un nuevo mandato al frente del TSJ y esa silla también entra en la discusión del peronismo cordobesista que cierra el 2025 con varios frentes internos.
Por esto, el mejor balance de la relación con la Nación y el enojo por el rol de Santilli lo hizo un funcionario cordobés en la siesta del martes: «Si estamos complicados entre nosotros, menos nos va a dar la nafta para salir a pelear afuera».
