
El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) lanzó la campaña «Hostigar al periodismo no borra los hechos» para visibilizar el preocupante aumento de ataques contra la libertad de expresión en el país. “Nos preocupa cuando hay extremos y el hostigamiento en es un extremo”, indicó Paula Moreno, presidenta de FOPEA en declaraciones a la Agencia de Noticias La Rioja.
«FOPEA lanzó esta campaña denominada “Hostigar al periodismo no borra los hechos” tiene que ver con nuestro trabajo de relevamiento constante que hacemos en todo el país por medio el monitoreo de libertad de expresión y está relacionado con la necesidad de poner en valor la calidad periodística y el ejercicio periodístico como puente entre la ciudadanía y los espacios políticos públicos”, comentó Moreno.
Según el Informe Anual 2024 de su Monitoreo de Libertad de Expresión, la violencia hacia la prensa creció un 53% respecto a 2023, con 179 casos registrados. La situación se agravó en 2025, cuando ya se contabilizaron 220 agresiones hasta mediados de septiembre. De estas, más de la mitad (111 casos) fueron atribuidas a discursos estigmatizantes del presidente Javier Milei.
El monitoreo de FOPEA, que lleva 16 años registrando agresiones en todo el país, muestra un patrón preocupante: «En este último tiempo se registró un aumento en los números en los ataques a la libertad de expresión y prensa con la principal línea política del país como principal agresor», que incluye desde el presidente y funcionarios cercanos hasta «milicias virtuales que operan desde el mundo virtual y que son afines al gobierno».
El desafío en las provincias y la convivencia democrática
La presidenta de FOPEA señaló que hacer periodismo de investigación en las provincias tiene «sus particularidades, sobre todo por la proximidad». A diferencia de las grandes ciudades, «no hay tanto anonimato y eso genera otros efectos como por ejemplo la autocensura», explicó.
Moreno advirtió que «lo que están atacando es a quien es capaz de poner en blanco sobre negro o de investigar o escarbar en los intereses públicos o privados con incidencia social».
«Nos preocupa porque atacar la credibilidad del periodismo es atacar el corazón de su ejercicio profesional», alertó la presidenta de FOPEA. «Podemos cambiar de medio, ir de un medio a otro o trabajar en distintos lugares, pero lo complejo es cuando se ataca la credibilidad que es el capital de trabajo.»
La dirigente reconoció que «la relación de tensión entre el poder siempre está y debe estar», pero advirtió que «nos debemos preocupar cuando no está y el vínculo es próximo con el periodismo, pero de ahí al hostigamiento y atacar a una persona y su esencia de trabajo nos preocupa».
Moreno expresó su esperanza de que «podamos convivir, cumplir cada uno su rol; los gobiernos deben gobernar y hacerlo bien y nosotros cumplir con el rol de informar y brindar el servicio informativo».
La presidenta de FOPEA enfatizó la necesidad de «despertar conciencia en la ciudadanía para entender al periodismo como un puente en el ejercicio del derecho a la información» y que «los gobiernos y espacios de poder deben tomar real dimensión que están expuestos, auditados y que debe haber un periodismo vigoroso trabajando al servicio de la ciudadanía».
«Es indispensable que haya una convivencia sana para tener una democracia sana», concluyó Moreno.