Pese a la media sanción del Presupuesto 2026 en Diputados, el Gobierno nacional expresó su malestar por el rechazo del Capítulo XI, que proponía recortes a universidades y discapacidad. “El presupuesto así no nos sirve”, deslizaron desde Casa Rosada. Martín Menem y “Lule” Menem los apuntados por no haber asegurado los votos necesarios.
Lejos del entusiasmo por haber logrado una media sanción con 132 votos afirmativos el proyecto de presupuesto 2026, en el Gobierno reina la desazón y confusión ya que el capitulo XI que entre otros puntos establecía el recorte de fondos a las universidades y discapacidad fue rechazado y ya empezaron los pases de facturas internos por el fracaso de los acuerdos con los gobernadores aliados.
Según el sitio La Política Online, desde Casa Rosada apuntan contra el presidente de la Cámara de Diputaos, Martín Menem y el subsecretario de presidencia, Eduardo “Lule” Menem por la “fuga” de votos.
“El Presupuesto, así como está no nos sirve, busca forzar el déficit fiscal», indicaron. Asimismo, queda la duda de si Milei vetará el Presupuesto en caso de que el Senado lo apruebe tal cual lo mandó Diputados. Aunque suene extraño que un gobierno rechace su propio proyecto, la posibilidad de un veto no está para nada descartada.
Tanto Martín Menem y “Lule” Menem, se les reprocha haber perdido los votos de diputados que responden a gobernadores con los que la Casa Rosada había intentado cerrar acuerdos previos, ofreciendo ATN, cargos en la AGN o el impulso de proyectos sensibles como la derogación de la Ley de Glaciares. Sin embargo, al momento de la votación, los tres diputados que responden a Raúl Jalil y los dos de Osvaldo Jaldo se alinearon con el peronismo y Provincias Unidas para rechazar el capítulo cuestionado, mientras que Gustavo Sáenz dividió su respaldo.
Desde la Casa Rosada sostienen que Menem manejó de manera deficiente las negociaciones, no solo con esos gobernadores sino también con el neuquino Rolando Figueroa, quien instruyó a su diputada Karina Maureira a votar en contra. A esto se sumaron deserciones en el radicalismo, con el correntino Diógenes González votando negativamente y las abstenciones del chaqueño Osvaldo Cipolini y del entrerriano Darío Schneider.
Otra de las críticas internas apunta a la decisión de avanzar con la votación de los auditores de la AGN, pese a que el grupo de gobernadores peronistas ya había fallado en la votación en particular del Presupuesto. Esa jugada terminó de tensar la relación con el PRO, sectores del radicalismo y Provincias Unidas. Además, en el oficialismo también quedó bajo la lupa el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, señalado como el ideólogo del Capítulo XI, a quien —según admiten— nadie del ala política se animó a contradecir, aun cuando el riesgo de una derrota parlamentaria era evidente.
