El Gobierno nacional oficializó el aumento del 2,69% en las jubilaciones, de acuerdo con la fórmula de movilidad que ajusta en función del Índice de Precios al Consumidor (IPC). La medida, publicada en la resolución 1122/2024 del Boletín Oficial, establece que los haberes mínimos y máximos de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) para diciembre serán de $259.598,76 y $1.746.853,91, respectivamente.
La resolución también fija nuevos valores para otras prestaciones: la Prestación Básica Universal (PBU) alcanzará los $118.754,58, mientras que la Pensión Universal al Adulto Mayor (PUAM) será de $207.679,01. Por otro lado, las pensiones no contributivas (PNC) tendrán un haber base de $181.718,09.
A pesar del aumento, el bono extraordinario de $70.000 continuará otorgándose para quienes perciban el haber mínimo, la PUAM o las PNC, en un esfuerzo por compensar la pérdida de poder adquisitivo frente a la inflación. De esta manera, los beneficiarios del haber mínimo recibirán un total de $329.598,76, mientras que quienes cobran la PUAM obtendrán $277.681,01 y los beneficiarios de las PNC percibirán $251.718,09.
Este ajuste marca el último incremento del año para jubilados y pensionados, pero continúa generando cuestionamientos debido a su insuficiencia frente a la acelerada suba de precios. Según jubilados y organizaciones sociales, los ingresos siguen estando lejos de cubrir los costos de bienes y servicios básicos, lo que refleja una brecha persistente entre los haberes y el costo de vida.
El bono, junto con el aguinaldo de fin de año, busca aliviar la presión económica sobre los sectores más vulnerables. Sin embargo, el desafío de garantizar haberes que permitan una vida digna sigue siendo un tema pendiente en la agenda nacional.