El sector de la construcción en La Rioja atraviesa una crisis profunda, impulsada por las decisiones del gobierno nacional que han paralizado la obra pública en todo el país. Sebastián Di Fiori, líder de la UOCRA en la provincia, expresó que la situación se ha tornado insostenible, con miles de trabajadores quedando sin empleo debido a la interrupción de proyectos clave. En su opinión, la afirmación del gobierno de que las obras públicas son un foco de corrupción no justifica la paralización de estas obras esenciales. Aunque se reconocen las irregularidades, Di Fiori destacó que lo prioritario es continuar con las obras y garantizar el empleo.
El gremialista también señaló que la industria de la construcción no solo afecta directamente a los obreros, sino también a más de 30 gremios que dependen de este sector. Las obras como el nudo vial, que están por finalizar, no tienen una continuidad asegurada, lo que pone en peligro aún más empleos en el corto plazo. Ante esta situación, se han mantenido conversaciones con el gobierno provincial para reactivar proyectos, aunque la incertidumbre persiste.
En términos más generales, la paralización de la obra pública a nivel nacional ha dejado al descubierto la falta de inversiones y el uso selectivo de recursos, lo que muchos consideran un «invento» diseñado para beneficiar a unos pocos y no a la mayoría de la población. La obra pública, lejos de ser una herramienta para el desarrollo colectivo, parece haberse convertido en un terreno de intereses particulares, donde la promesa de generar empleo y mejorar la infraestructura del país queda en segundo plano.
Este panorama genera una creciente desconfianza entre los trabajadores y la ciudadanía, quienes temen que el futuro de la construcción y el empleo en este sector siga siendo incierto mientras las decisiones del gobierno sigan siendo tomadas desde una perspectiva política, sin tener en cuenta las necesidades reales de la población.