
Nuevos audios revelan que Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado, presionó directamente para desmantelar los controles internos de la Agencia Nacional de Discapacidad, reduciendo el personal de auditoría de 16 a 4 personas, lo que permitió las maniobras fraudulentas en compras millonarias de medicamentos que involucran a Karina Milei, “Lule” Menem, Patricia Bullrich y Luis Petri
Página12 difundió este domingo audios explosivos donde Diego Spagnuolo, ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), acusa directamente a Federico Sturzenegger de haber desarmado el sistema de controles que luego permitió el esquema de coimas.
Sturzenegger, el responsable del descontrol
«A mí Federico me dijo que vos me venías a dar una mano. Es todo un desmadre: se meten en mi organismo, me intervienen sin estar intervenido», se escucha decir a Spagnuolo en referencia directa al ministro de Desregulación.
Según reveló un ex gerente de la Andis al diario, por presión de Sturzenegger se desmanteló la estructura de auditoría: la Unidad de Auditoría Interna pasó de 16 personas a solo 4. «Nadie controlaba nada, lo que hizo posible un escandaloso aumento de las maniobras».
El negocio millonario sin controles
En julio de 2024, Spagnuolo descubrió que el área más jugosa -el Pacbi (Plan de Alto Gasto y Baja Incidencia)- era manejada por Karina Milei y ‘Lule’ Menem a través de Daniel Garbellini, quien no tenía experiencia en discapacidad.
¿Por qué es clave esta área? Porque dos ampollas de medicamento pueden valer 20 millones de pesos. Y sin controles, «se licitaba poco y se hacían compras directas direccionadas».
La advertencia sobre Karina
El funcionario también reveló que alertó al presidente Milei sobre la situación: «Tengo todos los WhatsApp de Karina. A la primera que se van a llevar puesta es a Karina», dijo Spagnuolo en uno de los audios filtrados recientemente.
Lo que viene
La justicia sigue buscando los celulares de los hermanos Kovalivker mientras los audios se suman a las pruebas: dólares en autos, máquinas de contar billetes y el iPhone de Spagnuolo (que se negó a desbloquear).
El escándalo creció y ahora tiene otro nombre y apellido en el ojo de la tormenta: Federico Sturzenegger, el ministro que desarmó los controles para que el esquema funcionara a la perfección.