El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, cuestionó con dureza el proyecto de reforma laboral impulsado por el Poder Ejecutivo nacional y lo calificó como “una regresión muy fuerte” en materia de derechos. Además, confirmó que acompañará la movilización convocada para el próximo jueves por la Confederación General del Trabajo (CGT) y las dos vertientes de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), en rechazo a la iniciativa oficial.
En declaraciones radiales, Kicillof sostuvo que la propuesta de “modernización laboral” está “diseñada para empeorar la situación de la Argentina” y afirmó que el nombre elegido por el Gobierno es equívoco, ya que, a su criterio, implica un retroceso histórico comparable con etapas previas a la ampliación de derechos laborales. “La Argentina vive una situación de emergencia laboral, con pérdida de puestos de trabajo, cierre de empresas y caída de salarios, y esta ley parece pensada para profundizar ese escenario”, señaló.
El mandatario bonaerense remarcó que el proyecto será tratado con carácter prioritario durante las sesiones extraordinarias del Congreso y cuestionó la falta de instancias de diálogo. En ese sentido, advirtió que la iniciativa cuenta con 197 artículos y que no fue consultada ni con las pequeñas y medianas empresas ni con los trabajadores. “Si el Gobierno pretende aprobarlo con un método de shock, está muy equivocado; hay que dar la discusión”, afirmó.
Kicillof confirmó que participará de la movilización del jueves junto a organizaciones sindicales y sociales, tanto en su rol como referente del Movimiento Derecho al Futuro como en representación de la provincia de Buenos Aires. La protesta tendrá como eje el rechazo a la reforma laboral y se realizará en Plaza de Mayo.
En su análisis, el gobernador trazó un paralelismo histórico al recordar el intento de reforma laboral de la década de 1990, que derivó en el escándalo conocido como “Ley Banelco”, vinculado a denuncias de sobornos en el Senado durante el gobierno de Fernando de la Rúa. “Era tan espantoso lo que proponían que tuvieron que recurrir a ese mecanismo para intentar aprobarlo”, afirmó.
Finalmente, Kicillof advirtió que el contexto económico nacional también impacta de manera directa en la gestión provincial. Señaló que la caída de la actividad económica reduce la recaudación y agrava la situación financiera de la provincia, a lo que se suma una deuda que cifró en 13 billones de pesos que la Nación mantiene con el Estado bonaerense.
