La tensión internacional continúa en aumento tras revelaciones publicadas por medios estadounidenses, como el Wall Street Journal, que aseguran que el presidente Donald Trump tiene aprobado un plan de ataque contra Irán.
Si bien la ejecución del mismo permanece en pausa, el hecho generó una fuerte inquietud en la comunidad global. De acuerdo a fuentes cercanas al entorno del mandatario norteamericano, Trump habría condicionado el lanzamiento del ataque a una eventual renuncia de Irán a su programa nuclear. “Quiero ver si Irán decide renunciar a su plan”, habría manifestado, mientras líderes mundiales advierten sobre el riesgo de una guerra total en Medio Oriente.
Desde Teherán, la respuesta no se hizo esperar. El líder supremo iraní, Ali Jamenei, lanzó una advertencia contundente: “Cualquier intervención de Estados Unidos provocará daños irreparables en la región”. También remarcó que Irán “nunca se rendirá a los dictados de nadie”, en alusión directa a las declaraciones de Trump sobre una “rendición incondicional”.
En la misma línea, el canciller iraní, Abás Araqchi, sostuvo que su país actúa “en legítima defensa” frente a los ataques de Israel. Sin embargo, reafirmó su compromiso con la vía diplomática, salvo con el Estado israelí: “Con la excepción del ilegítimo, genocida y ocupante régimen israelí, seguimos comprometidos con la diplomacia”.
Por otro lado, el presidente ruso Vladimir Putin desmintió que Irán le haya solicitado ayuda militar, descartando por ahora un involucramiento directo de Moscú en el conflicto. Mientras tanto, el gobierno iraní amenazó con atacar bases estadounidenses si Washington decide avanzar con una intervención militar directa.
Esta advertencia se suma al reciente ataque de Israel contra una planta de enriquecimiento de uranio en Irán, lo que elevó aún más el nivel de conflicto. La comunidad internacional mantiene sus llamados a evitar una guerra abierta, mientras el escenario se vuelve cada vez más inestable.
Con información de LV7