Talleres de Córdoba se consagró campeón de la Supercopa Internacional al derrotar a River Plate por penales, luego de igualar 0-0 en un partido desarrollado en la Nueva Olla de Asunción de Paraguay.
De esta manera el equipo cordobés volvió a festejar un título después de la consagración en la Copa Conmebol en 1999.
Un primer tiempo intenso y con pocas llegadas al arco, si bien River fue superior en posesión de pelota, fue Talleres el que más insinuó en el área del rival sin situaciones que preocupen al arquero del «Millonario».
Los dos tuvieron algunas aproximaciones con remates desde afuera y cuando se terminaba la etapa inicial llegó la más clara: centro desde la izquierda, Federico Girotti quedó solo y cabeceó por arriba del travesaño.
Sin embargo, lo más relevante de los primeros 45 minutos iniciales fue la lesión de Sebastián Driussi, quien sintió una molestia muscular y tuvo que ser reemplazado por Facundo Colidio.
Luego, en el complemento, también tuvo que retirarse con problemas físicos Lucas Martínez Quarta.
En el segundo tiempo, River tomó la iniciativa aunque no encontró claridad para hacer llegar la pelota a los delanteros, la mejor situación fue un desborde de Colidio, con centro al que no pudo llegar a empuja el colombiano, Miguel Borja.
Talleres intentó aprovechar los espacios que dejaba River pero tampoco se mostraba fino en las decisiones y lo mejor lo encontró con remates desde afuera del área: Ortegoza volvió a exigir a Armani.
El alargue fue más de lo mismo, ningún equipo logro convertir y fueron a la tanda de penales.
La definición por penales fue errática, comenzó el remate atajado de Herrera a Rojas y después Reynoso reventó el travesaño; Pity Martínez convirtió, también Mosqueira y Armani se lo sacó a Tarragona.
Montiel erró el primer penal en su carrera, pero Ortegoza no pudo con Armani y Colidio tenía la chance de título: travesaño.
Luego, Bustos no falló y cerró la serie de cinco 2-2.
Para terminar, Lanzini la tiró afuera y Benavídez convirtió y desató la locura de Talleres.