Este miércoles 21 de mayo, una nueva jornada de protesta de jubilados frente al Congreso de la Nación terminó en represión por parte de las fuerzas federales, luego de que fracasara en la Cámara de Diputados una sesión especial convocada para debatir mejoras en los haberes previsionales.
Decenas de jubilados se congregaron en la Plaza del Congreso para exigir un aumento de emergencia en las jubilaciones mínimas, la extensión de la moratoria previsional y la actualización del bono, congelado en $70.000. Sin embargo, la protesta fue contenida por un fuerte operativo de la Policía Federal, Gendarmería y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), que colocaron vallados y utilizaron gas pimienta para dispersar a los manifestantes.
La represión se desató cuando los efectivos impidieron que los manifestantes realizaran su tradicional “semaforazo”, una forma simbólica de protesta en los cruces de las avenidas Rivadavia y Callao.
Detenidos y heridos, entre ellos trabajadores de prensa
Según reportes periodísticos, al menos dos personas fueron detenidas y otras setenta, entre manifestantes y trabajadores de prensa, debieron ser asistidas por heridas. Entre los afectados se encuentran fotógrafos que cubrían la manifestación, quienes también fueron reprimidos por las fuerzas de seguridad.
La tensión se incrementó tras el fracaso de la sesión especial convocada por bloques opositores como Unión por la Patria, Encuentro Federal y Democracia para Siempre, que no lograron reunir el quórum necesario para debatir proyectos vinculados al sistema previsional.
La represión de este miércoles se suma a otros episodios similares ocurridos en semanas anteriores, en un contexto de creciente malestar social por la pérdida del poder adquisitivo de los jubilados y la falta de respuestas institucionales a sus demandas.