Desde la provincia de La Rioja, el gobernador Ricardo Quintela expresó este lunes su enérgico rechazo al cierre del Instituto Nacional Juan Domingo Perón, una medida dispuesta por el Gobierno nacional que, según afirmó, «atenta contra la memoria histórica, la identidad nacional y el pensamiento político que dio forma a uno de los movimientos sociales y populares más significativos de la Argentina».
A través de un comunicado difundido en sus redes sociales, el mandatario cuestionó la decisión de trasladar el edificio del Instituto y sus bienes al Ministerio de Capital Humano, bajo la gestión de Sandra Pettovello. “No es un hecho aislado”, aseguró, y consideró que esta medida forma parte de “una ofensiva sistemática por parte del gobierno de Javier Milei para desarticular los símbolos de la construcción colectiva, borrar las huellas de las luchas populares y despojar a las nuevas generaciones de espacios fundamentales para la formación crítica y el compromiso social”.
En la misma publicación, Quintela también manifestó su solidaridad con el dirigente social Juan Grabois, tras su detención durante una protesta en las inmediaciones de un centro de detención de migrantes. El gobernador calificó el arresto como «arbitrario», advirtió que se produjo “sin orden judicial y por decisión directa del presidente y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich”, y lo enmarcó en una “escalada represiva” contra los sectores populares.
“Lo ocurrido con el Instituto y con Grabois no son episodios inconexos”, sostuvo Quintela, y alertó sobre lo que considera una “peligrosa actitud autoritaria” del Gobierno nacional. A su entender, estas acciones “amenazan con desmantelar derechos, silenciar la pluralidad y socavar los pilares democráticos que tanto ha costado construir”.
Finalmente, el gobernador riojano remarcó: “No vamos a permitir que se borre nuestro pasado, ni que se persiga a quienes levantan banderas de justicia social y dignidad”.