La obra fue impulsada con el apoyo del Ministerio de Educación y la participación activa de familias, docentes y organizaciones comunitarias. El nuevo tinglado y las mejoras edilicias buscan garantizar mejores condiciones de aprendizaje y recreación para los niños y niñas.
Con emotivas palabras y un fuerte reconocimiento al trabajo colectivo, se inauguró un nuevo tinglado en el Jardín de Infantes N° 6 “Rosario V. Peñaloza”, un espacio recreativo que fortalece las condiciones educativas para los niños y niñas que asisten a la institución.
El acto contó con la presencia del ministro de Educación Ariel Martínez, autoridades provinciales, docentes, familias y toda la comunidad educativa.
Durante la ceremonia, Martínez destacó el valor del esfuerzo conjunto y señaló que “este tinglado es el resultado de una comunidad que apuesta por la educación pública. Reconocemos el trabajo cotidiano de los docentes y la participación activa de las familias. La educación se construye entre todos, y este tipo de iniciativas son una muestra de lo que se puede lograr con compromiso y articulación”.
El funcionario provincial también subrayó la importancia de la alianza entre el Estado y la comunidad al remarcar que “este es un ejemplo de una sociedad que apuesta por la educación como un derecho fundamental, que cree en la docencia riojana y que sabe que el presente se construye con estos actos, pero también se proyecta hacia el futuro”.
*Transformación institucional*
Por su parte, Sonia Bonetto, directora de Nivel Inicial, fue una de las voces más emotivas de la jornada. Agradeció a todos los actores involucrados en el proyecto y destacó el espíritu colaborativo que hizo posible esta mejora. “Gracias, porque no es el trabajo de una sola persona, es un trabajo en equipo. Este espacio no es nuestro, es de los niños y niñas del jardín”, señaló.
Bonetto también recordó las dificultades iniciales y el compromiso colectivo que permitió sortearlas y señaló que “los adultos nos acomodamos, y aunque hubo ruidos al principio, logramos avanzar. Eso también es parte del proceso”. Asimismo, valoró la vocación del cuerpo docente y agradeció especialmente al ministro, a sus colegas y al equipo técnico que la acompañó en este proceso de transformación institucional. “Gracias por entender que esto es por y para nuestros niños y niñas”, concluyó.
Inclusión
Uno de los testimonios más conmovedores fue el de Osvaldo y Doria, presidente de la Organización de Padres del Jardín (OPV), quien relató el esfuerzo comunitario que dio origen a la obra y remarcó que “cuando llegamos, el jardincito estaba muy deteriorado. Empezamos a dialogar con los padres y organizamos una rifa. En solo una semana recaudamos 2 millones 500 mil pesos. Gracias a ese aporte, pudimos transformar el lugar. Este patio era todo de tierra, y hoy tiene césped sintético, juegos restaurados y nuevos, paredes arregladas, salitas en condiciones y un patio con contrapiso nuevo”.
Doria también hizo una mención especial a la inclusión, al recordar a una niña con dificultades motrices que no podía desplazarse con libertad por el suelo anterior. “Pensamos en todos nuestros hijos. Esta mejora no es solo estética, es también para garantizar igualdad de condiciones”, concluyó.