
El proyecto que el Gobierno Nacional envió al Congreso mantiene congelado el bono de $70.000 y solo ajusta haberes por inflación. Analistas advierten que el poder adquisitivo de los jubilados seguirá en caída y que además se recortan fondos para el pago de sentencias previsionales.
El proyecto de Presupuesto 2026 no contempla mejoras reales para jubilaciones y pensiones. El bono de refuerzo de hasta $70.000, vigente desde 2024, se mantiene sin cambios y la fórmula de movilidad continuará atada exclusivamente a la inflación. Esto significa que millones de jubilados enfrentarán otro año de pérdida de poder adquisitivo, mientras el Gobierno insiste en que la actualización mensual por Índice de Precios al Consumidor (IPC) “sostiene los ingresos en el tiempo”.
Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), el gasto en Prestaciones de la Seguridad Social crecería apenas 5,4% en términos reales. La partida incluye jubilaciones contributivas, pensiones no contributivas y transferencias, pero no contempla el bono de refuerzo. De hecho, el peso de estos recursos en el PBI pasaría de 6,37% en 2025 a solo 6,5% en 2026, una diferencia mínima de 0,13 puntos.
El esquema de movilidad, que ajusta con dos meses de rezago, podría generar una leve mejora si se cumple la proyección oficial de inflación a la baja (10,1% anual). Pero si los precios se mantienen altos, el retraso en la actualización profundizará la pérdida de ingresos. A esto se suma un recorte drástico en las partidas para pagar sentencias judiciales de ANSES: el presupuesto prevé $212.288 millones, un 45% menos que el monto previsto en el borrador del año pasado.
Con información de Ámbito Financiero