La Secretaria de Trabajo de la Provincia, Myriam Espinosa, confirmó que la empresa ILETI S.A., productora de los jugos INCA, atraviesa una situación crítica en Chilecito que pone en riesgo la continuidad laboral de sus trabajadores. La funcionaria señaló que la firma analiza retiros voluntarios para unos 23 empleados, en un contexto de crisis industrial nacional que se profundizó durante la gestión de Javier Milei, con despidos, suspensiones y cierres en distintos sectores.
Espinosa explicó que la compañía —con décadas de presencia en La Rioja— arrastra desde hace tiempo un procedimiento de crisis que ya había implicado reducción de jornadas y salarios. En este marco, los trabajadores “han aportado aceptando reducir la jornada de trabajo”, subrayó la funcionaria.
En una audiencia realizada la semana pasada, representantes de la empresa reconocieron que la situación “se ha agudizado”, al punto de que desde hace casi 80 días no logran asignar tareas al personal. Frente a este escenario, la firma comunicó que analiza la posibilidad de ofrecer retiros voluntarios.
“Extraoficialmente sabemos que sobre el fin de semana le hicieron ofrecimientos al personal, que son más o menos 22 o 23 personas”, indicó Espinosa.
La Secretaria de Trabajo aclaró que no existe aún una notificación formal del procedimiento por parte de NIHUIL.SA, pero remarcó que la cartera a su cargo sigue de cerca el caso.
Un espejo de la crisis nacional
La situación de la productora de jugos INCA refleja el difícil momento que atraviesa la industria argentina. Bajo la gestión de Javier Milei, distintos sectores —textil, metalúrgico y alimenticio— registraron suspensiones, reducción de turnos y despidos debido a la caída del consumo interno, la baja de exportaciones y el aumento de costos.
Informes privados señalan que miles de empleos se encuentran en riesgo en todo el país, especialmente en las economías regionales, donde las pymes tienen menor capacidad de resistencia frente a la crisis. En este marco, el caso de la planta riojana expone la fragilidad de la industria alimentaria y la necesidad de preservar puestos de trabajo clave para comunidades como Chilecito.
