El administrador de Vialidad provincial, Jorge Escudero, confirmó que los trabajos en el complejo fronterizo y la ruta de acceso siguen su curso, tras un acuerdo entre autoridades de Argentina y Chile. La reapertura del paso, que une a La Rioja con Copiapó, busca reactivar el turismo, el comercio y la integración regional.
En el marco del último encuentro entre el gobernador Ricardo Quintela con el alcalde de Copiapó, Maglio Ciccardi Neyra, las autoridades pusieron de acuerdo mutuo avanzar en la habilitación del paso internacional.
El titular de Vialidad detalló que en el encuentro se avanzó en los requerimientos técnicos y de infraestructura necesarios para habilitar el paso. Entre las mejoras solicitadas figuran la construcción de un baño adicional, un termotanque de mayor capacidad, reparaciones edilicias y refacciones de ventanas para soportar las bajas temperaturas de la cordillera.
Escudero explicó que el jefe comunal chileno “expresó el deseo y la voluntad de que el paso sea abierto y funcione simultáneamente con San Francisco”.
Por su parte, la ruta de acceso desde La Rioja, la Ruta Nacional 76, fue calificada como apta para tránsito de vehículos estándar. “no es indispensable una camioneta 4×4 para transitar, ya que las pendientes son suaves y el trayecto combina sectores asfaltados y caminos de ripio en buen estado. El complejo está ubicado a 4150 metros sobre el nivel del mar, con el punto más alto cercano a Laguna Brava”, afirmó.
Además, el complejo fronterizo cuenta con un sistema unificado de controles migratorios y aduaneros, lo que agiliza los trámites de cruce.
Desde el gobierno riojano se proyecta que una vez habilitado, el paso Pircas Negras represente un nuevo corredor estratégico de integración entre la región del Norte argentino y la zona de Copiapó en Chile. Se espera que impulse no solo el turismo — con un posible acceso más directo a la costa pacífica chilena — sino también nuevas oportunidades comerciales y logísticas para la provincia.
