Durante su participación en Experiencia Endeavor 2025, uno de los encuentros más importantes del ecosistema emprendedor argentino, el CEO del Grupo Techint, Paolo Rocca, expuso su mirada sobre los desafíos actuales de la industria, el papel estratégico de la innovación y la necesidad de una transformación profunda para el desarrollo del país.
Rocca fue enfático: la inteligencia artificial (IA) y la digitalización ya no son parte del futuro, sino que forman parte de una agenda concreta y urgente que deben adoptar tanto el sector privado como el Estado. “Estamos atravesando una etapa de grandes cambios en la forma de producir, trabajar e innovar, y es clave que la industria se sume activamente a este proceso de transformación”, señaló.
Para el empresario, el desarrollo tecnológico no solo mejora la competitividad, sino que también fortalece el vínculo entre las empresas y las comunidades. “La industria comparte su destino con la comunidad en la cual está inserta”, afirmó, destacando el impacto de la producción en la calidad de vida, el empleo, la educación y el tejido social de los territorios.
En un pasaje personal de su intervención, Rocca recordó su llegada a la Argentina en 1978, con motivo del fallecimiento de su abuelo, Agostino Rocca, fundador de Techint. Ese viaje marcaría un punto de inflexión en su vida y en su compromiso con el país, que décadas después lo llevaría a liderar uno de los grupos industriales más importantes de América Latina.
En relación con el ecosistema emprendedor y tecnológico, Rocca sostuvo que no hay una dicotomía entre el emprendedurismo digital y la industria tradicional. “Son círculos concéntricos que se retroalimentan. La innovación tecnológica no es ajena a la industria pesada ni al agro, sino que está llamada a integrarse con ellos para potenciar su alcance y eficiencia”, afirmó.
Mencionó como ejemplo el rol estratégico del sector energético, donde Techint opera con altos estándares de complejidad e innovación. “Tenemos más de 40 plantas en el mundo, diseñadas para operar en entornos desafiantes como el Golfo de México, donde hay pozos a más de 1.400 metros de profundidad y presiones altísimas. Cada componente está digitalmente trazado”, explicó. Estos procesos no serían posibles sin un fuerte desarrollo en digitalización, robótica, análisis de datos e inteligencia artificial.
A modo de cierre, Rocca trazó una hoja de ruta para el futuro: una transformación estructural que ponga a la educación técnica, la innovación productiva y la digitalización en el centro de la estrategia nacional. “La Argentina tiene talento, recursos y capacidad emprendedora. Lo que necesita es una visión de largo plazo y un compromiso sostenido con la formación y el desarrollo industrial”, concluyó.