El diputado nacional Oscar Zago, del Movimiento de Integración y Desarrollo, se pronunció sobre el escándalo que tuvo lugar durante la sesión especial en la Cámara de Diputados, donde los disturbios estallaron entre legisladores, culminando en gritos, insultos y empujones, en particular entre él y Lisandro Almirón, miembro de La Libertad Avanza.
Zago, en un intento de disculparse ante la ciudadanía y el pueblo de Bahía Blanca por su comportamento en los incidentes, no dudó en señalar a Martín Menem, presidente de la Cámara, como el verdadero responsable de lo ocurrido. “Cometió un error”, afirmó, sugiriendo que la conducción de Menem fue inadecuada en un momento crítico de la sesión.
El caos estalló cuando Menem dio por concluida la sesión de forma abrupta por falta de quórum, un momento decisivo en el que el bloque del peronismo estaba intentando aprobar un emplazamiento a la comisión de Asuntos Constitucionales para derogar las facultades delegadas del Poder Ejecutivo. Además, antes de la interrupción, se había planteado una moción para ratificar a las autoridades de la comisión de Juicio Político.
Pese a que varios diputados de La Libertad Avanza y el PRO ya se habían retirado, Zago y otras figuras libertarias, incluyendo a Marcela Pagano y Rocío Bonacci, permanecieron en sus bancas esperando la votación. La tensión aumentó a medida que los legisladores de la oposición comenzaron a intentar avanzar en la votación, lo que llevó a un intercambio de acusaciones y, finalmente, a un enfrentamiento físico.
Diputados libertarios, como Lilia Lemoine y Celeste Ponce, increparon a Zago y sus colegas por «darle quórum» al kirchnerismo, lo que desató un intercambio de insultos, el lanzamiento de un vaso con agua, y empujones entre Zago y Almirón. Con solo 128 diputados todavía presentes en el recinto, Menem levantó la sesión antes de que pudiera hacerse una votación efectiva.
El conflicto alcanzó su clímax cuando Cristian Ritondo (PRO) y Eduardo Toniolli (UxP) protagonizaron un fuerte cruce de palabras que estuvo a punto de derivar en un enfrentamiento físico.
Zago asumió parcialmente la culpa, reconociendo que involucrarse en la situación fue un “error” y que debió manejarlo de otra manera. “Cometí un error, lo tendría que haber resuelto en otro ámbito”, admitió, al tiempo que enfatizó que Menem tenía una responsabilidad superior debido a su rol como presidente de la Cámara. “Debió haber garantizado el orden durante la sesión”, concluyó Zago, apuntando nuevamente hacia la alta dirección del organismo legislativo como desencadenante del caos presenciado.