Mondelez suspenderá parcialmente su planta de Pacheco durante 21 días por la fuerte caída en las ventas y el exceso de stock acumulado. La empresa, dueña de marcas como Oreo, Pepitos y Milka, replicará medidas en su planta de Villa Mercedes. Sindicatos advierten riesgos para 2026, tras las políticas de ajuste impuestas por el Gobierno nacional.
Mondelez anunció un parate productivo inusual en diciembre que afectará sus plantas de General Pacheco y Villa Mercedes. La compañía, una de las mayores alimenticias del país y propietaria de marcas como Milka, Oreo, Pepitos y Beldent, tomó esta decisión ante una caída sostenida en las ventas y un nivel de stock que supera ampliamente los registros históricos. El freno incluye suspensión parcial de líneas, reordenamiento de turnos y una reducción del uso de la capacidad instalada.
El retroceso del consumo masivo golpeó con fuerza a la compañía, que ya venía alertando un deterioro desde mediados de año. Según información interna, las ventas acumulan una baja de alrededor de 15.000 toneladas en 2025, afectando categorías clave como galletitas, chocolates y alfajores. Ante mayoristas que compran menos y depósitos al límite, la empresa resolvió producir solo lo indispensable para evitar seguir ampliando inventarios.
En la planta de Pacheco, donde trabajan más de 2.000 empleados, se implementará un apagado programado de varias líneas productivas. Mondelez propuso al personal tomar una semana de vacaciones pagas y otra semana adicional de licencia; quienes no adhieran serán reasignados a tareas de mantenimiento y limpieza. En la planta de Villa Mercedes, en tanto, se aplicará un esquema de turnos más cortos y producción estrictamente ajustada a la demanda real del mercado.
La compañía atribuye este escenario a una combinación de factores que ya había anticipado al Sindicato de Trabajadores de la Alimentación (STIA): la persistente caída del consumo interno y la creciente presión de productos importados, que se volvieron más competitivos en precio y avanzaron en góndolas. Con un diciembre atípico y sin el repunte estacional habitual, Mondelez llega al cierre del año con stocks elevados y un mercado que no logra absorber su producción.
El parate parcial encendió alertas sobre lo que podría ocurrir en otras alimenticias de gran escala si el consumo no se recupera. Aunque la empresa mantuvo bonos y beneficios para su personal, la perspectiva para 2026 es cautelosa: con demanda débil y competencia externa en aumento, la utilización de la capacidad instalada podría iniciar el año en niveles bajos, obligando a sostener un esquema conservador para evitar pérdidas mayores.
