Milei y Sturzenegger: Amenaza inminente para la ciencia y la tecnología en Argentina

En los próximos días, el presidente Javier Milei y el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, están listos para presentar un decreto que podría desmantelar por completo el Conicet, poniendo en una situación crítica las investigaciones realizadas en diversas áreas en el país.

Este nuevo decreto busca recortar el presupuesto de la institución, limitar la incorporación de nuevos investigadores y modificar el sistema de financiamiento existente.

Las implicancias de estas medidas serían devastadoras para los proyectos de investigación en diferentes disciplinas, afectando tanto a científicos experimentados como a los jóvenes talentos que están en formación y que aspiran a continuar su trayectoria profesional en Argentina.

Según la ley de Bases, el Gobierno tiene restricciones para llevar a cabo reestructuraciones, lo que les abre un abanico de posibilidades en relación al Conicet. Por ejemplo, podrían eliminar el estatuto de carrera a través de un decreto, dado que no es una normativa nacional.

Si se anula este estatuto, podrían proceder a modificar los regímenes de compatibilidad laboral. De este modo, los investigadores tendrían la opción de tener otras ocupaciones, lo cual a su vez permitiría que el Estado reduzca los salarios completos o exclusivos que otorga actualmente.

Esto podría desmotivar a futuros científicos en Argentina, obligándolos a buscar fuentes de ingresos paralelas que les impidan dedicar tiempo y recursos a la investigación, lo que a su vez podría degradar la calidad de sus proyectos.

El plan también contempla la fusión de distintos organismos de ciencia y tecnología, como el InTA, el InTI y la CONAE, con el objetivo de reducir la plantilla de personal.

Al igual que lo hizo Carlos Menem con el sistema educativo, se menciona la posibilidad de que el Conicet sea provincializado. Actualmente, este organismo cuenta con más de 26,000 empleados, que incluyen investigadores permanentes, personal técnico y administrativo. Los científicos alertan que una descentralización podría resultar en la fragmentación de la capacidad del organismo para abordar cuestiones nacionales y estratégicas de importancia.

Además, existe preocupación en el ámbito científico sobre la posible intención de Milei de trasladar las ciencias sociales y humanas fuera del Conicet, asignándolas a las universidades nacionales. Estas ramas del conocimiento constituyen alrededor del 25% del Conicet, y se teme que una división así impida un análisis integral de los problemas relevantes para el país.

Desde dentro del Conicet, hay quienes ven esto como una suerte de venganza personal por parte de Sturzenegger. Durante el gobierno de Alberto Fernández, el entonces presidente del Banco Central aspiraba a ingresar al Conicet en una de las categorías más altas, pero su solicitud fue denegada porque no se consideró que hubiera formado recursos humanos, tal como requería uno de los criterios establecidos.

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