
Tras la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires, el presidente Javier Milei decidió ponerse al frente de la estrategia política y lanzó la mesa nacional de La Libertad Avanza para mostrar orden y dinamismo en la toma de decisiones. Sin embargo, el gesto no alcanzó para apaciguar el malestar dentro del oficialismo, donde distintos sectores exigen cambios y responsabilizan a figuras clave por el revés en territorio bonaerense.
Por ejemplo, el armado bonaerense dejó afuera de la mesa política a Agustín Romo, diputado provincial cercano a Santiago Caputo, lo que profundizó las tensiones. Aunque las críticas no apuntan directamente a la hermana del Presidente, la secretaria general de la Presidencia es quien sostiene a estos funcionarios, por lo que su influencia es vista como un factor central en las disputas internas.
Otros sectores de La Libertad Avanza reclaman que Milei “vuelva a las bases”. Con el hashtag #EscuchanosMilei, usuarios en redes reivindicaron a dirigentes desplazados como Ramiro Marra y Diana Mondino, e incluso a la vicepresidenta Victoria Villarruel, que mantiene su cargo pero sin diálogo con el mandatario.
Pese al clima enrarecido, en la Casa Rosada aseguran que «no habrá cambios en el gabinete» ni en los armadores del espacio antes de fin de año, cuando varios funcionarios deberán dejar sus cargos para asumir nuevas funciones legislativas.