Frente al avance del modelo de Javier Milei que acentúa la desigualdad en el país —donde el 10% más rico concentra el 59% de la riqueza y el 50% más pobre apenas accede al 4%, según el CELAG—, en La Rioja la gestión de Ricardo Quintela logra contener esa brecha con un Estado presente. El coeficiente de Gini en la provincia es de 0,28, el más bajo del país, lo que refleja una distribución de recursos más equitativa frente al escenario nacional.
Desde la asunción de Javier Milei a la presidencia y la implementación de su modelo político-económico basado en la reducción del Estado, la desigualdad social en Argentina se profundiza, afectando especialmente a los sectores más vulnerables.
Según Un reciente informe del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) reveló que el 10% de los argentinos concentra el 59% de la riqueza patrimonial del país. En contraste, el 50% más pobre apenas acumula un 4%.
Cabe señalar que el informe de CELAG fue realizado en base a los datos de World Inequality Database y da cuenta de la dramática situación que atraviesa la Argentina fruto de las medidas económicas impulsadas por el gobierno de Milei que profundizan la inequidad a la hora de distribuir la riqueza.
En este contexto, La Rioja se presenta como una excepción ya que según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) bajo la gestión de Ricardo Quintela, con un Estado activo y políticas de contención social, la provincia logró mantener el coeficiente de Gini más bajo del país (0,28), lo que refleja una mejor distribución de la riqueza frente al panorama nacional.
El coeficiente de Gini es un indicador que mide la desigualdad en la distribución del ingreso o la riqueza, donde 0 representa igualdad total y 1 desigualdad absoluta. Mientras que La Rioja es la provincia con menor desigualdad (0,28), Chaco presenta la mayor inequidad con un coeficiente (0,44).
El dato del INDEC surge de la Encuesta Permanente de Hogares realizada por el INDEC en el tercer trimestre del año 2024 y toma en cuenta de la totalidad de los centros urbanos del país, solamente excluye las poblaciones de menos de dos mil habitantes.
Mientras el modelo de Milei profundiza la brecha entre ricos y pobres a nivel nacional, La Rioja demuestra que un Estado presente y políticas sociales efectivas son clave para frenar la desigualdad. La provincia es un claro ejemplo de que la intervención estatal es imprescindible para contener y fortalecer una distribución más justa de la riqueza.