El Gobierno de Río de Janeiro llevó a cabo este martes un amplio operativo contra miembros del crimen organizado que operan en la capital del estado. La acción derivó en intensos enfrentamientos con el grupo criminal Comando Vermelho (Comando Rojo), que respondió con violencia y empleó drones para atacar a las fuerzas de seguridad, según informaron las autoridades.
Hasta el momento, el balance oficial asciende a 64 personas fallecidas —60 civiles y cuatro policías— y 81 detenidos, de acuerdo con un comunicado del Gobierno estadual.
Durante una conferencia de prensa, el gobernador Cláudio Castro aseguró que las autoridades seguirán “firmes en la lucha contra el crimen organizado”, al que definió como una forma de “narcoterrorismo” y no simplemente de delincuencia común.
El operativo, parte del programa estatal Operación Contención, se desplegó principalmente en los complejos de Alemão y Penha, en la zona norte de la ciudad. La acción estuvo marcada por tiroteos, explosiones y barricadas incendiadas levantadas por los narcotraficantes. Imágenes difundidas por medios locales muestran ráfagas de más de 200 disparos en menos de un minuto, mientras columnas de humo cubrían los barrios afectados.
Entre las víctimas se encuentran los policías civiles Marcus Vinícius Cardoso de Carvalho, alias Máskara, recientemente designado jefe de investigación, y Rodrigo Velloso Cabral, de 34 años. Las autoridades identificaron además a 18 de los fallecidos como integrantes del Comando Vermelho que participaron activamente en los enfrentamientos.
Los delincuentes utilizaron explosivos lanzados desde drones, una táctica que, según la policía, recordó escenas de conflictos bélicos. Videos grabados en la zona muestran el fuego propagándose entre las favelas, reflejando la magnitud del combate. Algunos integrantes del grupo intentaron huir en fila india por las zonas altas, en imágenes que evocaron la ocupación del complejo Alemão en 2010.
Entre los principales detenidos figuran Thiago do Nascimento Mendes, alias Belão do Quitungo, señalado como líder regional del Comando Vermelho, y Nicolas Fernandes Soares, responsable de las finanzas de Edgar Alves de Andrade, conocido como Doca o Urso, jefe máximo del grupo.
El secretario de Seguridad Pública de Río de Janeiro, Víctor Santos, confirmó que el gobierno federal no participó del operativo, y remarcó que la estrategia fue diseñada y ejecutada exclusivamente por las autoridades estatales.
