La segunda temporada de la serie documental riojana “Contra El Olvido” está en proceso de postproducción y muy pronto será anunciada la fecha de estreno. La serie que entreteje testimonios de personas que sufrieron el terrorismo de Estado en carne propia contará en esta edicion con nueve capitulos, bajo la dirección de Ismael Fuentes Navarro y la conducción de Pano Navazo.
En cada capítulo se busca reflejar la memoria como herramienta vital para construir una sociedad más justa y consciente de su historia. Recordar no es solo mirar al pasado, sino interpelar el presente y proyectar un futuro con mayor compromiso social.
La narrativa audiovisual de Contra El Olvido se convierte así en un puente entre generaciones, una forma de preservar, educar y transformar, de rescatar las voces silenciadas en pos de dar fuerza a la memoria colectiva.
En esta ocasión los entrevistados fueron: Diana Guzmán, Lucila Maraga, Maritina Cubiló, Maricha Illanez, Ana Paoletti, Ramiro Menna, Marcela Mercado Luna, Diana Quirós y al Equipo de Acompañamiento (Doctora Maria Cristina Kaufman y las licenciadas Laura Seppi y Soledad Castaño).
Cada capítulo cuenta además con la participación de artistas locales. En esta edición participan: Giannina Alegretti, Juampy Rodriguez, Tomi Arabel, Cande Garrido, Joaquín Luna Tello, Balbina Diaz,Paulina Carreño, Emilia Tapia e Iván Ledo.
En la serie se involucran más de 40 personas, tanto en producción, dirección, técnicos de cámara y sonido; más invitados y artistas riojanos y riojanas. La producción audiovisual es un motor clave para el desarrollo cultural, social y económico por lo que implementar políticas públicas que fortalezcan este sector permite democratizar el acceso a los relaciones, generar empleo, promover identidades locales y garantizar la diversidad de voces.
Esta serie se realiza en coproducción con el medio público Late Play, una plataforma que resalta la importancia de las políticas públicas de memoria en los medios audiovisuales. Fomentar estas producciones no solo es una apuesta por la industria, sino también por el derecho a la expresión, la memoria y la soberanía cultural. Es en este cruce entre creación y política donde se construyen narrativas que reflejan quiénes fuimos, quiénes somos y hacia dónde queremos ir.