La oficialización de Francisco Adorni como cabeza de lista de diputados provinciales por la 8va sección electoral, correspondiente a la ciudad de La Plata, volvió a encender las alarmas dentro de La Libertad Avanza. El vocero presidencial anunció su candidatura a través de redes sociales, agradeciendo la confianza a Karina Milei, Santiago Pareja, Juanes Osaba y al presidente Javier Milei, en un gesto que expuso, una vez más, la fuerte influencia del círculo íntimo del mandatario en la definición de candidaturas.
La designación de Adorni se suma a una serie de postulaciones que están generando malestar entre dirigentes libertarios, especialmente del interior, quienes denuncian el creciente armado de listas con amigos personales, familiares directos y aliados históricos de los Milei. La situación contrasta con el discurso anticasta que fue bandera de campaña y sustento central del proyecto libertario.
Según pudo saberse, otras candidaturas también incluyen nombres con pasado kirchnerista, dirigentes con larga trayectoria política y perfiles que distan del ideario de renovación y ruptura con la política tradicional que prometió el presidente.
“Nos prometieron libertad, no familiaridad”, deslizó con molestia un dirigente bonaerense que quedó relegado en el armado. La tensión es visible incluso en sectores que hasta ahora mantenían una postura de respaldo al liderazgo de Karina Milei en la estructura partidaria.
Mientras el oficialismo sigue adelante con la construcción de sus listas para las elecciones legislativas, el malestar por la falta de transparencia y apertura interna sigue creciendo. Lo que inicialmente fue presentado como una revolución contra la casta, empieza a mostrar señales de una lógica de poder tradicional: cerrada, verticalista y cada vez más personalizada.
En ese marco, la pregunta que circula entre muchos libertarios es si el proyecto que prometía cambiarlo todo terminará repitiendo las viejas prácticas de la política argentina, ahora bajo el sello de la “libertad”.