
El astro de los Lakers volvió a sacudir a la NBA con un mensaje enigmático: «La decisión de todas las decisiones». A los 40 años, LeBron juega con el misterio y el peso de su propia historia.
LeBron James no necesita decir mucho para revolucionar al mundo del básquet. Basta una frase, un video y su voz grave mirando a cámara para que millones de fanáticos y periodistas se pregunten lo mismo: ¿estamos ante el final de una era?
Este lunes, el alero de Los Ángeles Lakers publicó en sus redes sociales un mensaje que reavivó todas las especulaciones sobre su futuro: «La decisión de todas las decisiones. 7 de octubre. 12.00 EST. #TheSecondDecision». Con esas palabras, LeBron encendió una cuenta regresiva global.
El guiño al pasado no es casual. En 2010, su primera «gran decisión» fue un antes y un después: en un programa televisado por ESPN, anunció que dejaba Cleveland para fichar por Miami Heat. Ahora, 14 años después, la historia parece cerrar un círculo.
Con 40 años —y a las puertas de su temporada número 23 en la NBA—, «El Rey» ya desafió todos los límites posibles: es el máximo anotador histórico de la liga, cuatro veces campeón y aún el epicentro mediático del deporte estadounidense. Pero la pregunta sobre su continuidad no deja de flotar.
Durante el Media Day de los Lakers, LeBron dejó una frase que retumbó en los pasillos del equipo angelino:
«¿Te veremos el año que viene?», le preguntaron.
«Quizás», respondió, con una sonrisa que no despejó ninguna duda.
James afronta el último año de su contrato, con una opción de jugador que le garantiza 52,6 millones de dólares para la temporada 2025-26. Sin embargo, más allá de los números, parece enfocado en otro tipo de legado: el emocional. Hace tiempo que repite que su mayor sueño sería compartir cancha con su hijo Bronny, hoy rookie en los Lakers.
Por eso, su anuncio genera tantas lecturas posibles: ¿será su retiro? ¿Una nueva etapa junto a su hijo? ¿O simplemente una jugada mediática al estilo LeBron para mantener al planeta NBA pendiente de él?
Lo cierto es que el martes a las 13 (hora argentina), cuando se revele «la decisión de todas las decisiones», el básquet mundial se detendrá unos segundos. Porque si LeBron habla, el juego escucha.