Desde el mes de abril, rigen en toda la provincia de La Rioja los nuevos valores para las multas de tránsito, con un fuerte foco en sancionar la conducción bajo los efectos del alcohol. La medida, impulsada por el Gobierno provincial, busca profundizar las políticas de prevención y reducir la cantidad de siniestros viales.
Las multas por alcoholemia positiva ahora oscilan entre los $244.800, para quienes superen los 0,5 gramos de alcohol en sangre, y los $979.200, en los casos más graves, donde el nivel alcohólico supera 1 gramo por litro.
El endurecimiento de las penas también alcanza a otras infracciones. No utilizar casco —o hacerlo de forma incorrecta— tendrá una sanción de $91.800, aunque con pago voluntario esa cifra puede reducirse a $1.224. La nueva normativa se aplica de manera uniforme en todo el territorio provincial y refuerza la prohibición de circular en grupo si esto genera ruidos molestos o implica maniobras riesgosas. También se contemplan sanciones por perturbaciones o actos intimidatorios en la vía pública, especialmente en zonas patrimoniales e históricas.
Las autoridades advirtieron que el incumplimiento de estas disposiciones podrá derivar en la detención inmediata de los infractores y en el secuestro del vehículo hasta que haya resolución judicial. “Estas decisiones buscan garantizar el orden, la seguridad y el respeto por la vida en la vía pública”, remarcaron desde el Ministerio de Seguridad, Justicia y Derechos Humanos.
Los resultados de esta política ya comienzan a verse reflejados. Según datos oficiales, la cantidad de víctimas fatales por siniestros viales durante el mes de enero mostró una notable disminución: fueron siete en 2023, cuatro en 2024 y solo una en 2025. La Subsecretaría de Seguridad Vial destacó que este descenso es fruto de un trabajo sostenido en educación, controles y cooperación entre distintas áreas del Gobierno y las fuerzas de seguridad.
“Detrás de cada cifra hay una persona, una familia. Una sola vida perdida es demasiado, pero ver esta tendencia nos da esperanza para seguir trabajando con más fuerza”, expresó la subsecretaria Claudia de la Fuente.
El objetivo, aseguraron desde el Gobierno, es claro: alcanzar un número de víctimas fatales igual a cero.