
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Marcelo Colombo, cuestionó este lunes al gobierno de Milei por el incremento de personas que asisten a comedores y alertó que hoy “sectores que antes no venían” requieren ayuda alimentaria. En diálogo con los medios, sostuvo que las estadísticas oficiales “no se corresponden con la realidad que se ve” y advirtió: “Si la calle no está llena de cadáveres, es porque hay mucha solidaridad de abajo”.
Las declaraciones se suman a la postura de otros referentes de la Iglesia Católica que en los últimos días expresaron su preocupación por la situación social y criticaron las políticas del presidente. El arzobispo Jorge García Cuerva, en la homilía de San Cayetano, reclamó una jubilación digna para los adultos mayores, asistencia a personas con discapacidad y enfermos, y ayuda para quienes “revuelven los tachos de basura buscando algo para comer”. Además, llamó a “bajar los niveles de agresión” junto con la inflación.
El vocero de la CEA, Máximo Jurcinovic, afirmó en Futurock que “no es un tiempo en que haya un gran ida y vuelta entre la Iglesia y el Gobierno” y remarcó que la institución “se manifestó más de una vez con respecto a la crueldad”, un tema que “los obispos van a seguir poniendo en alerta”.
Desde Córdoba, la Vicaría de los Pobres de la Arquidiócesis local publicó un comunicado en el que denunció que este año hay “poco pan y menos trabajo” y lamentó “el clamor de quienes están sufriendo el mayor ajuste económico al que ha sido sometido nuestro país”.
Y como para aumentar las tensiones, todo esto se profundiza tras la participación de Milei el mes pasado en una convención evangelista y en la inauguración de la Iglesia Portal del Cielo, en Chaco, encabezada por el pastor Jorge Ledesma. Allí, el mandatario destacó que “Occidente es en gran medida el resultado de la aplicación sostenida de ciertos valores de raíz judeocristiana”. En respuesta, el obispo católico de San Francisco (Córdoba), Sergio Buenanueva, afirmó que el discurso presidencial “dejó mucho que desear” y reivindicó que “la redención de nuestra libertad solo se puede vivir en el amor a los demás y en el servicio, especialmente a los más pobres”.