La provincia de La Rioja, especialmente su capital, enfrenta un panorama laboral desafiante. Según los últimos datos del INDEC, la tasa de desocupación en la ciudad de La Rioja cerró en 4,3% durante el cuarto trimestre de 2024, marcando un aumento respecto al 3,3% registrado al cierre de 2023. Aunque esta cifra se mantiene por debajo de la media nacional (6,4%) y de la región NOA (5%), refleja una tendencia preocupante en el contexto económico provincial.
El informe, basado en la Encuesta Permanente de Hogares, también revela que la subocupación, entendida como aquellos trabajadores que desempeñan menos horas de las que desearían, afecta al 10,6% de la población económicamente activa. Esta cifra subraya no solo la escasez de empleo pleno, sino también la precarización de las condiciones laborales en la provincia.
El aumento en la desocupación no es un fenómeno aislado, sino que es parte de un patrón interanual. En 2023, la tasa de desempleo era de 3,3%, mientras que en 2022 había sido de 4,2%. Esta variabilidad, aunque menor en términos absolutos, pone de manifiesto la volatilidad y la falta de estabilidad en el mercado laboral de la región.
El contexto económico de La Rioja refleja una lucha constante contra la falta de empleo digno. A pesar de que la tasa de desocupación se encuentra por debajo de la media nacional, el aumento en la subocupación y el deterioro de las condiciones laborales evidencian que la provincia atraviesa un periodo difícil, con una creciente preocupación por la falta de oportunidades para quienes buscan insertarse en el mercado laboral.