
El procesamiento de girasol alcanzó niveles inéditos, reforzando el papel clave del cultivo en la economía agroexportadora. Los datos fueron difundidos por la Secretaría de Agricultura dónde dice que en el 2025 se molieron 487.541 toneladas.
La industria del girasol en Argentina atraviesa un momento histórico.
Según los datos difundidos por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) del ministerio de Economía, durante julio de 2025 se molieron 487.541 toneladas de girasol, superando ampliamente el récord anterior registrado en julio de 2023, de 402.141 toneladas.
Este dato no solo marca un hito mensual, sino que también confirma la solidez y continuidad del sector.
Por tercer mes consecutivo, la molienda mensual de girasol volvió a registrar los mayores volúmenes de la última década.
Este desempeño industrial refleja el incremento en la productividad y la eficiencia de las plantas aceiteras, así como el crecimiento sostenido de la demanda interna y externa.
En términos acumulados, de enero a julio de 2025 se procesaron 2.720.417 toneladas, superando también el récord previo de 2.462.004 toneladas alcanzado en 2023. Del total de la molienda, el 45% se destinó a aceites, el 44% a pellets y el 1% restante a otros subproductos. Estos porcentajes reflejan un equilibrio en la producción que permite atender tanto el mercado local como las necesidades de exportación.
El crecimiento industrial va acompañado de un fuerte incremento en el comercio exterior. Durante el primer semestre de 2025, las exportaciones del complejo girasolero aumentaron un 27% en volumen y un 43% en valor, alcanzando 1,41 millones de toneladas por 905 millones de dólares.
Esto reafirma la posición de Argentina como el cuarto exportador mundial de aceite de girasol y como un actor clave en la cadena global de producción y comercio.
Asimismo, destacaron que estos récords simultáneos reflejan no solo la mejora tecnológica de la industria, sino también el fortalecimiento de toda la cadena productiva del girasol: desde la siembra hasta la logística de transporte y comercialización internacional.
La combinación de buenos rindes, eficiencia industrial y mercados externos favorables permitió alcanzar cifras inéditas en un mismo mes.
Para los productores y la industria, los datos de julio representan un estímulo para continuar invirtiendo en innovación y ampliar la capacidad de molienda y exportación. Además, el desempeño del girasol confirma la relevancia estratégica de este cultivo dentro de la agroindustria argentina, tanto para la economía local como para el comercio internacional.
Con estos resultados, el complejo girasolero no solo alcanza récords históricos, sino que consolida su papel como motor de desarrollo productivo y exportador, mostrando que la combinación de productividad, eficiencia industrial y demanda global puede generar cifras sin precedentes.