
Por Mariangel Oviedo Andrada
La “computadora cuántica” promete resolver problemas que hoy serían imposibles para las máquinas actuales, y dos gigantes tecnológicos están a punto de lograrlo.
Primero, ¿qué es una computadora cuántica?
Las computadoras que usamos todos los días desde tu celular hasta los superordenadores que predicen el clima trabajan con bits, pequeñas unidades que solo pueden tener dos valores: 0 o 1.
Una computadora cuántica, en cambio, utiliza qubits, que pueden ser 0 y 1 al mismo tiempo gracias a las leyes de la física cuántica. Esto significa que pueden realizar muchísimos cálculos en paralelo, resolviendo problemas complejos miles de veces más rápido que una computadora normal.
En términos simples:
Imagina que tienes que encontrar una aguja en un pajar.
Una computadora clásica revisa paja por paja.
Una cuántica revisa toda la paja al mismo tiempo.
El gran problema: el ruido
El “superpoder” de los qubits es también su debilidad: son extremadamente sensibles. Una vibración, un cambio de temperatura o hasta una pequeña interferencia eléctrica puede hacer que se equivoquen.
A esto se le llama ruido cuántico, y es lo que impide que estas computadoras funcionen de forma estable por mucho tiempo.
Para resolverlo, Google está perfeccionando un método llamado código superficial, y IBM otro llamado código de paridad de baja densidad. Ambos buscan “blindar” a los qubits contra errores, como si fueran cascos protectores para información delicada.
La meta: un millón de qubits estables
Hoy, las computadoras cuánticas más avanzadas apenas llegan a 200 qubits funcionales. Para que sean realmente útiles en el mundo real, los expertos calculan que se necesitarán entre 500.000 y 1.000.000 de qubits estables.
Eso implica:
1. Sistemas de enfriamiento casi al cero absoluto (más fríos que el espacio exterior).
2. Cableado ultrafino para transmitir información sin errores.
3. Una ingeniería de precisión sin precedentes.
Por qué podría cambiar tu vida
Aunque suene lejano, si Google o IBM logran la hazaña, las aplicaciones podrían sentirse en muchos aspectos de la vida:
Medicina: simulaciones de moléculas para crear medicamentos contra enfermedades incurables en menos tiempo.
Clima: modelos más precisos para anticipar fenómenos extremos y combatir el cambio climático.
Seguridad: nuevos métodos de cifrado imposibles de hackear con tecnología actual.
Transporte y logística: rutas más rápidas y eficientes para aviones, barcos y entregas.
¿Cuándo llegará?
Ambas compañías creen que antes de 2030 podríamos tener las primeras computadoras cuánticas realmente útiles para la industria. No reemplazarán a las computadoras clásicas, sino que trabajarán junto a ellas en tareas que hoy parecen imposibles.
Como resume un ingeniero de IBM: “No se trata de hacer lo mismo más rápido, sino de hacer cosas que hoy no podemos hacer en absoluto”.
En pocas palabras:
La carrera cuántica es una competencia global para construir la máquina que podría revolucionar la ciencia, la tecnología y la economía. Y la meta está cada vez más cerca.