El presidente de la Cámara de la Construcción de La Rioja, Héctor Spallanzani, advirtió que el sector atraviesa una crisis sin precedentes por la paralización de la obra pública y privada. Cuestionó el modelo del gobierno de Milei y alertó sobre el deterioro de la infraestructura nacional.
La construcción atraviesa uno de sus peores momentos en La Rioja. “De los 2.000 trabajadores registrados que había en 2023, hoy quedan apenas unos 821”, afirmó el presidente de la Cámara provincial, Héctor Spallanzani, quien describió un escenario “muy preocupante” para el sector, golpeado por la falta de inversión y la parálisis total de las obras públicas.
El empresario explicó que la actividad “se sostiene con terminaciones de proyectos inconclusos, pero a un ritmo muy lento”, y que en el ámbito privado solo se realizan “obras menores, muchas veces informales”.
Spallanzani fue crítico con la política del gobierno de Javier Milei, que impulsa la eliminación de la obra pública para dejar todo en manos del capital privado. “Eso no se puede aplicar al 100%. En otros países ese sistema no supera el 15% del total. Si el Estado se retira completamente, la infraestructura se deteriora, y luego cuesta miles de millones volver a ponerla en funcionamiento”, advirtió.
También alertó sobre el abandono del mantenimiento básico: “Lo vial, lo ferroviario, lo marítimo… todo se está deteriorando. Y después será mucho más caro reconstruirlo”, sostuvo.
En el plano local, Spallanzani valoró el diálogo con el Gobierno de La Rioja, que busca destinar fondos del FONAVI —entre mil y mil trescientos millones de pesos mensuales— para finalizar viviendas inconclusas. “Eso nos permitiría reactivar algo y que muchas familias puedan acceder a su casa propia”, señaló.
No obstante, mencionó que los pagos por obras en curso “se están retrasando o fraccionando”, lo que dificulta la planificación. Aun así, la Cámara busca alternativas junto a otros sectores productivos, especialmente la minería, para generar nuevas fuentes de empleo.
Respecto a la reforma laboral que impulsa la administración nacional, el empresario pidió claridad y advirtió que “sin reactivación económica, ninguna reforma generará empleo”. Y concluyó: “Para crear trabajo, primero tiene que haber actividad. La ley laboral puede acompañar, pero no sustituir el movimiento real de la economía”.
