
En la mañana de hoy, alumnos del Colegio Provincial N°1 llevaron adelante una sentada en la puerta del establecimiento, ubicado en la intersección de avenida San Nicolás de Bari y Catamarca, para exigir respuestas de las autoridades educativas ante un caso de bullying que trascendió en las últimas horas.
La protesta se originó luego de que una joven difundiera en redes sociales el testimonio de su hermana, estudiante de 5° año del turno mañana, quien relató que sufre acoso escolar desde hace dos años debido a que padece diabetes insulina-dependiente. En el relato, la adolescente aseguró que incluso recibió mensajes en los que sus compañeras le desearon la muerte.
La hermana de la estudiante expuso también que a principios de septiembre la joven se animó a contar lo sucedido a las psicopedagogas del colegio, Ana Matarrese y Belén Montoya, pero en lugar de contenerla, la desalentaron afirmando que lo que ocurría “no era bullying”. Además, aseguró que las profesionales habrían informado lo sucedido a las causantes, lo que habría intensificado el hostigamiento.
De acuerdo con la denuncia pública, la alumna damnificada era una estudiante destacada, abanderada y delegada de curso, pero desde el 2 de septiembre dejó de asistir a clases. Su madre solicitó a la institución que se realice un cambio de curso o de turno para permitirle regresar, pero no obtuvo respuesta favorable. Por el contrario, señaló que la escuela denunció a la familia, acusando a la madre de retener a su hija en el domicilio.
En la publicación también apuntó contra la rectora Carina Díaz y la vicerrectora Rosa Carrizo, a quienes responsabilizó por no intervenir en el conflicto, y cuestionó a la jueza Cecilia Córdoba, quien habría liberado oficios en contra de la madre y de la hermana mayor de la alumna.
Según la denuncia, una de las agresoras sería familiar de un político local, lo que también generó malestar entre los estudiantes.
Durante la mañana de hoy, mientras se desarrollaba la sentada, personal del Ministerio de Educación se hizo presente para proponer un encuentro entre un grupo reducido de alumnos y las autoridades del colegio. Sin embargo, los estudiantes rechazaron la mediación y exigieron que la rectora y la vicerrectora salgan a dialogar públicamente con toda la comunidad escolar y den una solución concreta al conflicto.