En medio del desfinanciamiento a programas científicos y educativos, estudiantes secundarios argentinos se destacaron en dos competencias internacionales de alto nivel en Arabia Saudita y los Países Bajos, dejando en claro el compromiso y la vocación que persisten entre las nuevas generaciones.
En la 56º Olimpíada Internacional de Química, que se realizó del 21 al 30 de julio en Riad, Arabia Saudita, los representantes argentinos obtuvieron dos medallas de bronce y una mención de honor. Los estudiantes forman parte del programa de la Olimpíada Argentina de Química (OAQ), que depende de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. Sin embargo, este año, por primera vez en 34 años, el Gobierno Nacional no otorgó el financiamiento necesario para su participación. “No hubo una negativa formal, pero tampoco ninguna respuesta por parte de la Secretaría de Educación”, señaló Soledad Antonel, coordinadora del programa.
En simultáneo, otro grupo de jóvenes -de hasta 19 años- de la Universidad Abierta Interamericana (UAI) y del Centro de Altos Estudios en Tecnología Informática (CAETI), se consagró en la RoboCup 2024, el campeonato mundial de robótica celebrado en Eindhoven, Países Bajos, entre el 17 y el 23 de julio. Allí, obtuvieron el primer lugar en la prueba “Super Team”, reafirmando el talento argentino en disciplinas tecnológicas de vanguardia.
Los logros se suman a los obtenidos días atrás por el equipo argentino en las Olimpíadas Internacionales de Matemáticas, en Inglaterra, donde jóvenes del país regresaron con una medalla de plata, tres de bronce y una mención de honor. Al igual que los otros equipos, viajaron sin respaldo del Estado, gracias a campañas de donación y apoyo ciudadano.
En un contexto de recortes presupuestarios a la ciencia y la educación, estos reconocimientos evidencian tanto el esfuerzo de los estudiantes y docentes como la fragilidad de un sistema que, sin inversión pública, corre el riesgo de desaprovechar a una generación prometedora.