Un informe reveló las palabras que más se repiten entre los jóvenes argentinos en redes sociales y qué significan en su mundo digital.
Esta combinación va entre palabras en inglés y expresiones traducidas, y códigos que nacen en redes sociales, videojuegos y comunidades online.
Esta jerga no se inventó de la noche a la mañana. Tiene su historia. Así como el lunfardo tradicional surgió en los conventillos del siglo XX, con palabras del italiano, el gallego o el cocoliche, el lunfardo digital de hoy nació en las pantallas. Y cada vez se expande más.
Para entenderlo, la plataforma de idiomas Preply hizo un relevamiento con los términos más buscados en Google en los últimos 12 meses. El resultado muestra cómo se expresan los centennials, qué palabras dominan su vocabulario digital y cómo las usan en su día a día.
Las palabras más comunes y su significado real
Entre los términos más populares aparece “POV”, que viene del inglés point of view (punto de vista). Es común en redes como TikTok o X para mostrar una escena desde la mirada de alguien más. “Mi pov: llego tarde y el bondi no aparece”, podría decir alguien narrando su experiencia.
También figura “Random”, que se usa para describir algo que no tiene sentido o es inesperado. “Estaba caminando y un tipo me regaló una naranja. Re random todo”. Así hablan. Y no es que no sepan español, sino que ese lenguaje representa mejor cómo sienten, cómo consumen contenido y cómo se relacionan.
Otra que está en todos lados es “Literal”. Sirve para reforzar lo que se dice, como “me dormí ocho horas seguidas, literal”. No es sarcasmo, es lo que pasó tal cual. Le sigue “Aesthetic”, que apunta a todo lo que se ve “lindo” o tiene cierta armonía visual. Desde una foto hasta una cafetería pueden ser “aesthetic”.
El lenguaje como identidad: más que moda, es pertenencia
Más allá de las palabras, lo que está en juego es una forma de identidad. Así como otras generaciones usaban modismos o frases propias, hoy los jóvenes construyen su identidad digital a través de estas expresiones. En esa lógica, no faltan palabras como “Red Flag” (advertencia o alerta), “Ghosting” (cuando alguien desaparece sin decir nada) o “Vibes” (las sensaciones que algo transmite).
También se usa “Coquette”, que hace referencia a una estética muy femenina, suave, cargada de tonos rosa y detalles delicados. Se asocia a una imagen romántica, cuidada y juvenil. Otro término menos conocido es “GRWM” (Get Ready With Me), una frase que se usa cuando alguien comparte cómo se prepara para salir, desde la ropa que elige hasta el maquillaje que se pone. Es un contenido clásico entre influencers.
Y para cerrar la lista, aparece “Chad”. No, no es solo un nombre propio. Es una forma de describir a un hombre que encarna una masculinidad idealizada: seguro, exitoso, carismático. A veces se usa en broma, otras no tanto.
Entre la incomprensión y la curiosidad: ¿cómo nos acercamos?
Para muchos padres, docentes o adultos en general, este lenguaje suena extraño. Incluso molesto. Pero antes de descartarlo, tal vez conviene entenderlo. Porque detrás de cada “random” o “pov” hay una forma de expresarse, de pertenecer a un grupo, de conectarse. La clave está en no juzgar, sino escuchar y, si se puede, aprender.
Como explica Yolanda del Peso, experta de Preply, “aprender un idioma no es solo memorizar reglas gramaticales, también es comprender cómo las personas se comunican, especialmente en un entorno digital donde los memes y los emojis también hablan”. Y eso es lo que hacen los jóvenes: construir una lengua que no solo dice, sino que también muestra cómo viven, piensan y sienten.
El lunfardo digital llegó para quedarse. Y aunque algunas de estas palabras pasen de moda, otras seguirán mutando, como todo lenguaje vivo. Lo importante no es repetirlas sin sentido, sino saber que, detrás de esas expresiones, hay una generación contando el mundo a su manera. Y vale la pena prestar atención.