Recientemente, el Gobierno autorizó el autoservicio de combustibles en las estaciones de servicio, lo que ha generado una fuerte oposición por parte del Sindicato de Obreros de Estaciones de Servicio (Soesgype). Su secretario general, Carlos Acuña, ha expresado que esta decisión podría llevar a la eliminación de más de 65.000 empleos.
Acuña sostiene que la introducción del autoservicio no es una mejora tecnológica, sino una táctica de las compañías petroleras para maximizar sus beneficios, sin tener en cuenta la situación de los trabajadores y los consumidores. «Esto no es un avance, ya se probó en la década de los 90 y resultó en un fracaso. La gente no está dispuesta a desempeñar el rol de playero», comenta.
Por otro lado, el sindicalista también alerta sobre los peligros que implica permitir que los clientes manejen el combustible sin vigilancia. «Cualquier incidente será responsabilidad del propietario de la estación, sin importar si el cliente es el culpable», destaca Acuña.
Desde el Gobierno se afirma que esta medida permitirá ofrecer precios más bajos a los consumidores. Sin embargo, Acuña asegura que esto solo beneficiará a las grandes empresas. «Lo único que se logra es un incremento en las ganancias de los empresarios, mayor riesgo para los consumidores y la reducción de empleos», subraya.
Cabe mencionar que el salario de los playeros representa apenas un 3% del costo total de los combustibles, lo que indica que la disminución de gastos para las empresas no necesariamente conllevará a ventajas para los consumidores.
La oposición de los playeros al autoservicio es contundente. Acuña recalca que «no veo ningún beneficio para los trabajadores o los clientes. Esta medida está orientada a recortar costos, ignorando el impacto social que esto conlleva». Adicionalmente, no descartan movilizaciones gremiales si la situación lo requiere.