
En un acto político de la Libertad Avanza en Junín, Javier Milei lanzó la polémica frase «están molestos porque les estamos afanando los choreos». El fallido generó críticas opositoras y se suma al contexto de denuncias por presuntas coimas que golpean a su gobierno.
Durante la presentación de candidatos bonaerenses de La Libertad Avanza en Junín, el presidente Javier Milei lanzó una frase que no pasó desapercibida. En medio de críticas al kirchnerismo, dijo: “Están molestos porque les estamos afanando los choreos”. El comentario fue leído como un fallido o incluso como una “traición del subconsciente”.
Desde la oposición, dirigentes como Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) ironizaron con que se trató de una “confesión involuntaria”. Analistas, en cambio, lo interpretaron como un error retórico o una metáfora. De cualquier manera, el episodio volvió a colocar al mandatario en el centro de la polémica.
El acto se dio en un contexto complicado para el Gobierno, marcado por el escándalo de los audios atribuidos a Diego Spagnuolo —amigo y abogado de Milei— que aluden a presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad. En las grabaciones también se menciona a Karina Milei y a Eduardo “Lule” Menem, dos figuras clave del oficialismo.
Críticas al kirchnerismo y advertencias al Congreso
Aunque Milei no se refirió directamente al caso Spagnuolo, su discurso en Junín fue leído como una respuesta indirecta. Acusó al “kirchnerismo” de intentar “generar caos e inestabilidad” y advirtió que el Congreso “está secuestrado por la oposición”, con el objetivo de “hacer volar por los aires” a su Gobierno.
El mandatario también apuntó contra el gasto público: “Están tan disociados de la realidad y de la voluntad popular que quieren devolvernos al sendero nefasto del déficit fiscal”, afirmó entre aplausos.
El comentario que desató risas y controversia
En ese marco, mientras asentía a una frase del público, Milei lanzó: “Por eso están molestos, porque les estamos afanando los choreos”. La frase provocó risas y ovaciones entre los presentes. Lejos de rectificarse, el Presidente sonrió y remató: “Que se sigan riendo entonces”.