El Gobierno nacional definió avanzar con las reformas laboral y tributaria en diciembre, una vez que asuma la nueva composición del Congreso. Ambos proyectos —ya redactados y listos para su presentación— serían tratados en sesiones extraordinarias y forman parte del paquete de medidas que el oficialismo buscará imponer en esta nueva etapa del gobierno.
Guillermo Francos, jefe de Gabinete, reconoció que el Ejecutivo se siente en una posición de mayor poder para avanzar con su agenda tras las elecciones del domingo.
“Estamos en condiciones de hablar en otra posición de fuerza. No es lo mismo tener 35 diputados que 90 y pico. Ahora nos convertimos en el bloque más importante de la Cámara”, sostuvo en declaraciones a Radio Mitre.
Con la nueva distribución de bancas, La Libertad Avanza contará con cerca de un tercio de representación en ambas cámaras, lo que le otorga un margen político inédito desde el inicio de la gestión. Desde la Casa Rosada admiten que ya se abrieron negociaciones con distintos sectores políticos y económicos para ajustar los puntos centrales de las reformas, que se discuten también en el marco del denominado Consejo de Mayo.
El plan oficial incluye ampliar el diálogo con los gobernadores para garantizar los votos necesarios. Los principales operadores serán Javier Milei, Guillermo Francos, Santiago Caputo y Lisandro Catalán, el núcleo duro de la mesa política libertaria.
En el caso de la reforma laboral, el secretario de Trabajo, Julio Cordero, adelantó que se promoverán “salarios dinámicos, convenios por empresa y paritarias adaptadas a cada realidad productiva”, además de “adicionales por mérito, banco de horas y pago de sueldos en distintas monedas”. Un esquema que, bajo la bandera de la “modernización”, apunta a flexibilizar las condiciones laborales y debilitar los marcos de negociación colectiva.
De fondo, el Gobierno busca aprovechar el resultado electoral para avanzar con un programa de reformas estructurales que modifiquen las reglas del trabajo y la recaudación, bajo la lógica del ajuste permanente y la desregulación económica.
