Esta semana, el Gobierno buscará avanzar en la privatización de Aerolíneas Argentinas en el Congreso, apoyado por la reciente ruptura en el bloque radical que abre nuevas posibilidades. La Casa Rosada mantiene su estrategia de negociar acuerdos fuera del recinto, acercándose a gobernadores y aliados como el PRO y sectores de la UCR. Aunque el tema de Aerolíneas no estaba inicialmente en agenda, el respaldo obtenido en reuniones con funcionarios y aliados ha permitido reactivar el debate, priorizando esta privatización por sobre otras comisiones.
La presión del oficialismo para llevar adelante la privatización se refleja en la suspensión de la Comisión de Legislación Laboral y la falta de avances en el Presupuesto 2025. Con el respaldo creciente de Santiago Caputo y Federico Sturzenegger, el Gobierno asegura los votos necesarios en las comisiones antes de formalizar las discusiones. Además, otros proyectos clave como la ley Ficha Limpia y la reforma para juicios por jurado tienen asegurada su media sanción en la próxima sesión.
En el ámbito legislativo, el radicalismo enfrenta una fractura interna, dividiéndose entre los sectores alineados con el oficialismo y los más críticos, quienes adoptaron el nombre “Democracia para siempre” y están encabezados por Pablo Juliano. Este grupo, orientado a las elecciones de 2025, podría aliarse con sectores de oposición, complicando la situación para el oficialismo. Sin embargo, con 107 votos asegurados, el Gobierno busca garantizar el apoyo necesario para sus proyectos mediante reuniones constantes con los gobernadores y alianzas estratégicas en el Congreso.