El embajador argentino en Washington, Alec Oxenford, aseguró que el supuesto acuerdo comercial entre Argentina y Estados Unidos está «prácticamente terminado», aunque evitó precisar fechas, términos o alcances concretos del entendimiento.
En declaraciones a Radio Mitre, el funcionario designado por Javier Milei afirmó que «solo falta ponerle el moño» al convenio y que el anuncio formal se demora «por cuestiones de oportunidad política». «Con una elección en marcha, fue mejor esperar un poco para no aprovechar electoralmente las medidas», explicó, reconociendo así que el Gobierno busca administrar los tiempos de comunicación en función del calendario electoral.
Desde el oficialismo se insiste en presentar el vínculo con Washington como un hito de gestión, pese a que hasta el momento no se conoce ningún documento ni resultado verificable. Oxenford sostuvo que «el respaldo norteamericano tuvo un efecto favorable sobre los mercados» y que el país enfrenta «la primera oportunidad en 80 años de salir del ciclo de inestabilidad», declaraciones que contrastan con la persistente recesión y la caída del consumo en la Argentina real.
El embajador también calificó de «histórica» la reciente gira del presidente Milei por Estados Unidos y aseguró que la Argentina «ha ganado centralidad internacional» gracias a su figura. «No se valora lo suficiente el impacto diplomático de tener un presidente tan escuchado en los principales foros del mundo», afirmó, en una defensa que sonó más alineada al marketing político que a la diplomacia tradicional.
Oxenford cerró sus declaraciones con una frase grandilocuente: el país, dijo, atraviesa «una oportunidad única en un siglo» sustentada en «un liderazgo claro, apoyo internacional explícito y respaldo interno». Sin embargo, la falta de precisiones y los magros resultados económicos invitan a preguntarse si el «acuerdo histórico» no es, una vez más, parte de la narrativa oficial más que de la realidad.
