
Cada 12 de agosto se celebra en nuestro país el Día del Trabajador de Televisión, en honor a Santa Clara de Asís, patrona de las telecomunicaciones declarada por el Papa Pío XII y para conmemorar esta fecha, Juan Manuel Moreno y Mariel Sánchez nos comparten un poco su mirada siendo dos trabajadores de Canal 9 con una inmensa trayectoria.
Existe la periodicidad de una transmisión porque hay personas detrás que lo hacen posible. Pensar y ejecutar un contenido hoy, indudablemente es más fácil. La existencia de los soportes tecnológicos o de que una máquina lo haga más rápido habilita una producción incesante y adictiva, pero hay algo que no alcanzaron todavía y probablemente no lo alcancen porque eso a la humanidad le sale casi natural. La esencia de acompañar al público.
Juan Manuel Moreno, con años de experiencia como conductor de Canal 9, recuerda una época en la que la comunicación era más lenta y artesanal: “Antes utilizábamos fax, teletipo y teléfono fijo. Hoy editas y envias material desde un celular en cuestión de segundos”.
La llegada de internet y la tecnología transformó todo: desde las enormes y toscas cámaras con cassette hasta las pequeñas memorias digitales actuales. Juan Manuel también nos cuenta sobre su reconocimiento al streaming como competencia pero remata con su convencimiento de que “la televisión va a seguir siendo parte de nuestras vidas”, y que el desafío está en “generar contenidos humanos y propios que mantengan el interés del televidente, ya sea en lo periodístico, el entretenimiento o lo cultural”.
Por otro lado, Mariel Sánchez quien inició como locutora y suma 31 años de trayectoria, rememora sus inicios en 1994 con la inauguración de FM La Torre y su paso por distintos programas y roles dentro del canal: desde locuciones institucionales, radios de poemas, móviles en exteriores hasta asistencia en producción en la actualidad. “Aproveché cada herramienta que me brindó el medio para crecer y fortalecerme”, afirma. Para ella, la televisión y sobre todo la radio siguen siendo insustituibles en momentos críticos: “Si ocurre una catástrofe, la radio a pila seguirá funcionando aunque no haya señal ni batería en el teléfono”.
Mariel también recalca la importancia de poder comunicar a todas las franjas etarias por igual, “un público infantil es lo más complicado. Incluso el de los jóvenes. Pero no podemos conformarnos con llegar sólo al adulto mayor. El desafío está en adaptar un mensaje porque entretenemos pero también servimos a la comunidad. Somos una utilidad”, dice.
En un espacio y tiempo donde el individualismo nos sesga, una fecha como hoy nos recuerda que hasta el producto más mediático y televisivo que consumimos está ideado por un recurso: el humano. Los trabajadores televisivos saben cómo pueden entretenernos o al menos, acompañarnos.