Nuevos chats muestran cómo operaba el entramado de coimas. Investigan una “ventanilla de pagos” y la entrega de “cinco palos”.
La investigación por corrupción en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) sumó nuevas pruebas que complican a su ex director y ex amigo íntimo de Javier Milei, Diego Spagnuol que fue citado a declaración indagatoria para este miércoles.
Según trascendió desde el entorno judicial, la investigación se centra en un grupo de WhatsApp creado el 15 de febrero de 2022 por Daniel María Garbellini, la “mano derecha” de Spagnuolo. Los chats mencionan a Karina Milei, la secretaria general de la Presidencia, como “la que define todo”, y a Spagnuolo como “quien habría pedido la ANDIS”.
En ese grupo participaban Pablo Atchabahian (cuya detención fue ordenada el viernes), “Pato Country” (Patricio Rama) y Mariano Caballi, ambos vinculados al empresario Miguel Ángel Calvete. La relación era tan estrecha que Atchabahian escribió: “Somos familia”.
En este camino, el fiscal Franco Eduardo Picardi determinó que el grupo “se encontraba en la búsqueda de un organismo público para desarrollar sus actividades en conjunto”. Los chats revelan que, una vez que Spagnuolo y Garbellini asumieron en ANDIS, Atchabahian (quien había trabajado en la agencia en 2018) le daba órdenes a Garbellini sobre “a quiénes pagar y a quiénes no”, a qué personal despedir e incluso cómo incorporar empresas al sistema de pagos.
La investigación judicial detectó que una empleada de la farmacéutica Roche S.A., Luciana Ferrari, tuvo acceso al sistema de pagos “desde afuera”. Garbellini le otorgó un usuario y contraseña (a nombre de otro empleado, Walter Martínez) por pedido de Atchabahian.
Con estos datos, Picardi piensa que la existencia de la “asociación ilícita” está demostrada, y que se perseguía usar una “caja estatal” para gestionar intereses particulares. El fiscal resumió que la agencia “fungió como una ventanilla de pagos millonarios, permanentes y direccionados”, con “sobreprecios” y “co-gestionada por agentes externos” vinculados a droguerías.
En su informe, detalló una de las pruebas más contundentes: un diálogo entre Spagnuolo y Miguel Ángel Calvete sobre una entrega de dinero antes de un supuesto viaje del ex director de la ANDIS a Israel. Calvete le dice en un audio: “Mañana a primera hora te lo manda a donde le digas o mandále un fercho, ponen algún lugar disimulado”.
En otra conversación, Calvete le pidió a su esposa “cinco palos” (millones de pesos) en efectivo para “el boludo del pelado que viaja a Israel”. En este sentido, para el fiscal, cobran relevancia las imágenes del sistema de monitoreo de la casa de Calvete, que “forman parte de las pruebas” y muestran a Spagnuolo “ingresando al domicilio (…) con una mochila al hombro”.
Randazzo en la libreta de las coimas
Como si esto fuera poco, El nombre de Florencio Randazzo quedó expuesto en la investigación que conduce el fiscal federal Franco Picardi. En una libreta secuestrada al lobbysta Miguel Ángel Calvete aparece la empresa GMS, vinculada al exministro de Transporte, junto a referencias a los Menem y contratos de Vialidad.
Según la documentación, Calvete funcionaba como nexo con proveedores y lograba adjudicaciones millonarias mediante pagos direccionados, con porcentajes anotados en sus cuadernos. La trama se conecta con una licitación privada que Corredores Viales otorgó en 2023 a GMS por USD 360.400 más IVA, para un sistema de telegestión del alumbrado. El círculo se completa cuando aparece Randazzo, diputado nacional y al mismo tiempo proveedor del Estado a través de su propia firma.
La Oficina Anticorrupción avaló el contrato sin reparar en que GMS acumulaba deudas por más de $155 millones. Para Picardi, el circuito revela un esquema sistemático de coimas que involucra a exfuncionarios libertarios y abre un nuevo capítulo sobre los vínculos entre Randazzo, las empresas de seguridad de los Menem y los contratos estatales.
Cabe destacar que la causa inició con la filtración de audios donde Spagnuolo contaba cómo funcionaba el entramado de coimas dentro de la ANDIS junto a la droguería Suizo Argentina, manejado tanto por Karina Milei como por los Menem.
