El análisis obtenido en la prueba Aprender Alfabetización 2024, revela que La Rioja enfrenta desafíos importantes: solo el 51,9 % de los estudiantes de tercer grado logra comprender textos complejos o inferir contenidos, mientras el 12,1 % apenas empieza con la lectura de textos simples. Estos datos se desprenden del mes de noviembre del 2024 a un total de 91.042 alumnos en 4.178 escuelas del país.
En detalle, solo el 24,5 % de los estudiantes comprendió textos complejos de forma literal e inferencial, y el 26,4 % logró una lectura literal, inferencial y reflexiva. Apenas un 18,7 % llegó a establecer inferencias complejas, cifras que denotan un rendimiento lector insuficiente al cerrar el primer ciclo de primaria.
La Rioja se encuentra entre las 11 provincias que superan el promedio nacional en porcentaje de estudiantes con bajo desempeño, junto a Chaco, Santa Fe, San Juan y Corrientes. Si se compara con la evaluación de 2016, cuando el 62,4 % alcanzó niveles satisfactorios o avanzados, la última medición señala un deterioro que exige atención.
Además, la disparidad entre gestión pública y privada se mantiene: en escuelas estatales, el 12,8 % de los estudiantes se encuentra en los niveles más bajos de lectura, casi triplicando el 4,1 % observado en instituciones privadas. Mientras tanto, el 66 % de los alumnos privados alcanzó niveles altos (IV y V), frente al 41 % del sector público.
Las diferencias también responden a factores socioeconómicos. En los quintiles más desfavorables, solo 1 de cada 3 estudiantes accede a desempeño elevado, mientras que en los quintiles medios altos y altos dicha proporción supera el 50 % y el 66 %, respectivamente.
María Sol Alzú, de Argentinos por la Educación, advirtió que las pruebas permiten detectar tempranamente dificultades lectoras y actúa como herramienta para diseñar acciones focalizadas. Sin embargo, también cuestionó que, al no estar claras las expectativas de aprendizaje en tercer grado, la interpretación de los resultados puede tornarse imprecisa.
El panorama exige medidas concretas: mejorar la alfabetización desde los primeros grados, acortar brechas según contexto y reforzar apoyo a escuelas públicas con bajo resultado.